ACTIVIDAD SÍSMICA
El volcán Cayambe se mantiene en un nivel sísmico por encima de lo normal (con eventos principalmente volcano-tectónicos (fractura) y algunos de largo periodo (movimiento de fluidos)) desde inicios de septiembre (Figuras 1 y 2). Las últimas semanas muestran una tendencia ligeramente descendente desde la última semana de enero y que se mantiene. Cabe recalcar que la actividad es todavía significativamente mayor de lo normal.
Las localizaciones y las magnitudes de los eventos durante las últimas semanas, en comparación a la actividad anterior (noviembre y diciembre 2016), se presentan en la figura 3 respectivamente y las magnitudes de estos eventos se presentan en la figura 4.
DEFORMACION
Inclinometría
En el transcurso de la última semana, el inclinómetro de CYMI, en el flanco norte del volcán, no ha presentado patrones que sugieran un incremento de la actividad volcánica (Figura 5). La estación inclinométrica de Cayambe Refugio (CAYR), en el flanco sur-occidental, tiene pocos datos (instalada en diciembre del año 2016) razón por la cual hay que esperar a ver una tendencia con esta estación.
DETECCIÓN DE GASES VOLCÁNICOS Y OBSERVACIONES VISUALES.
Hemos tenido informes de andinistas que indican que el olor a azufre, que se informó como alarmantemente alto durante los últimos meses del 2016, se ha reducido mucho. El olor, mientras aún era intenso, se sentía más arriba del Refugio de Cayambe, a 4670 metros de altura, por Picos Jarrín (la zona más fuerte) y hasta la cresta antes de la cumbre. En la actualidad, no se percibe el olor a azufre cerca de la cumbre, pero todavía el olor varía con el tiempo entre moderadamente fuerte y débil cerca de Picos Jarrín.
La estación de gas (DOAS) en el Refugio (CAYR), que fue instalado durante el mes de diciembre del año 2016, muestra valores que se mantienen en niveles bajos y los incrementos en los flujos máximos diarios registrados parecen ser únicamente un efecto del viento (Figura 6).
Observaciones visuales
Durante el sobrevuelo realizado el 28 de enero de 2017, el volcán se encontraba parcialmente nublado, restringiendo la observación directa de la cumbre. Durante el trabajo de monitoreo no se pudo observar ninguna emisión evidente de gases volcánicos, ni tampoco se pudo percibir olor a azufre. A pesar de las condiciones climáticas desfavorables fue posible evidenciar la presencia de la “nueva” grieta ya observada durante el vuelo efectuado el 23 de diciembre de 2016, sin que está presente cambios aparentes en su estructura (Figura 7).
Monitoreo Térmico
Similar a los análisis realizados en el último sobrevuelo, el volcán no muestra anomalías térmicas; las medidas obtenidas corresponden principalmente a la roca calentada bajo incidencia de la radiación solar pudiendo arrojar en esta ocasión, temperaturas máximas aparentes de aproximadamente 28,5 ± 5 °C en las zonas sin acumulación de nieve o sin presencia del casquete glaciar (Figura 8).
MONITOREO DE AGUAS TERMALES
A partir de agosto de 2016 el Instituto Geofísico realiza un monitoreo continuo de fuentes termales localizadas en las inmediaciones del Volcán Cayambe. Los puntos de monitoreo son las fuentes termales de Contadero (Quebrada Ingañán) y la fuente de Sáyaro, localizadas al NNO y SO del volcán Cayambe respectivamente (Figura 9).
Se realiza la medición de parámetros físicos: conductividad, pH y temperatura. Adicionalmente se recolectan muestras de agua que son posteriormente analizadas en los laboratorios del Centro de Control e investigación ambiental (CICAM), para conocer su composición química en elementos mayores.
Puesto que la fuente de Contadero presenta burbujeo, también se llevan a cabo mediciones de CO2 difuso en las aguas haciendo uso de un instrumento LI-COR.
Se trata de un trabajo en curso, hasta ahora con dos campañas de medición, y entonces es demasiado pronto para sacar conclusiones de estos datos. Sin embargo, en futuros informes, esperamos poder ofrecer resultados preliminares. Aunque por inicio no se observan cambios, todos los parámetros de medición parecen estables.
INTERPRETACIÓN
Con respecto al informe emitido el 28 de diciembre, donde se indica un ligero aumento de la actividad sísmica, se observa una pequeña disminución de la sismicidad pero que se mantiene dentro de los rangos de la anomalía observada desde septiembre. El origen de esta anomalía podría provenir del sistema hidrotermal, pero es más probable un origen magmático debido a las características de los sismos. Una erupción del volcán a mediano plazo (semanas a meses) es posible pero muy poco probable si no hay cambio en los parámetros de monitoreo. En base a los datos del monitoreo a continuación se indica los posibles escenarios eruptivos a mediano plazo:
S0-- Erupción freática muy pequeña. En este escenario se podría formar una pequeña columna eruptiva (<2 km sobre el nivel del cráter) con caída de bloques balísticos cerca del cráter (<1 km) y una caída de ceniza en el volcán dependiendo de la dirección y velocidad del viento. Las erupciones freáticas son comunes en volcanes con casquete glaciar como el Cayambe y son imprevisibles por naturaleza. Ejemplos en Ecuador de erupción de tamaño y dinamismos similares a S0 son las del Guagua Pichincha en 1981 o 1993. Al momento de escribir este informe, la ocurrencia de un escenario S0 a mediano plazo es posible pero imprevisible.
S1-- Erupción magmática pequeña. En este escenario se podría formar una columna eruptiva un poco más grande (hasta 5 km snc) con caída de bloques balísticos limitados a la parte alta del volcán (≤ 5 km de alcance). Caídas de ceniza (y lapilli) podrían alcanzar las zonas pobladas de Cayambe, Ayora, Olmedo y Pesillo en función de la dirección y velocidad del viento. También se podrían formar lahares pequeños secundarios por los drenajes occidentales del volcán y moderados por los drenajes orientales. En este escenario es posible la formación de un nuevo domo de lava o flujo de lava probablemente hacia el Norte o el Oriente. También es posible la producción de nubes ardientes (flujos piroclásticos) probablemente hacia el Norte o el Oriente. Ejemplos en Ecuador de erupción de tamaño y dinamismos similares a S1 son las del Cotopaxi (agosto-noviembre 2015, umbral bajo) o del Tungurahua (julio 2013, febrero-abril 2014, umbral alto). Al momento de escribir este informe, la ocurrencia de un escenario S1 a mediano plazo es poco probable si no hay cambios en los parámetros de monitoreo.
Existen otros escenarios eruptivos más grandes para el Cayambe, pero en base a los resultados del monitoreo, son considerados muy poco probables. Los escenarios y su probabilidad pueden cambiar rápidamente en función de la actividad del volcán y serán reevaluados periódicamente.
El Instituto Geofísico está monitoreando el Cayambe de manera continua e informará adecuadamente de cualquier cambio en los parámetros de monitoreo.
MP, BB, SH, MA, PR, PJ, HY, MO
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional