Anexo técnico-científico
Actividad sismo-acústica
Hasta el 27 de noviembre, la estación multiparamétrica SAGA, ubicada al occidente-suroccidente del volcán Sangay, no transmitía la información en tiempo real debido a un problema técnico. Gracias a una misión de campo realizada por el personal del IG-EPN se pudo recuperar la información y reestablecer la transmisión en tiempo real. La figura 2 muestra un sismograma de la mencionada estación, donde se aprecian sismos de tipo Largo Periodo (LP), asociados a movimientos de fluidos, explosiones y señales de tremor, posiblemente asociadas a la ocurrencia de lahares (Fig. 2).
En esta figura se observa que la actividad del volcán es pulsátil, tal como se aprecia en el número de señales captadas desde el inicio de la erupción en la estación sísmica PUYO (Fig. 1a). En la figura 2 se aprecian dos pulsos de actividad, uno desde las 6 horas (Tiempo Universal = Tiempo Local + 5 horas) del 1 de diciembre hasta las 12 h del 2 de diciembre y otro desde las 20 h del 3 de diciembre hasta la mañana del 4 de diciembre. Un histograma del número de sismos reconocidos en la estación SAGA también muestra este carácter variable de la sismicidad (Fig. 3).
Deformación
Mediante el procesamiento de imágenes radar Sentinel-1 en la zona del Volcán Sangay, se obtuvo dos interferogramas basado en a) imágenes de orbita 142 track descendente del 25 de octubre y el 24 de noviembre del 2019, y b) imágenes orbita 18 track ascendente entre el 22 de octubre y el 27 de noviembre procesadas con el software ISCE (UNAVCO). Los interferogramas muestran una pequeña deformación, menor a 2.8 cm, alrededor del volcán (anillo de color). También se observa regiones con falta de coherencia (ruido) en la zona de los depósitos al suroriente del cráter y en zonas alejadas del volcán (vegetación), así como una señal artificial (“artefacto”) en el flanco occidental generado por el procesamiento (Fig. 4).
Actividad superficial
1. Cráter Central: emisiones de gas y ceniza
En el cráter central se observa la emisión semi-continua de vapor de agua, gases y ceniza. En las últimas semanas, sensores satelitales han identificado emisiones de dióxido de azufre de hasta 640 toneladas por día (Fig. 1b). Durante el último sobrevuelo de vigilancia realizado el 3 de diciembre se percibió un fuerte olor a azufre mientras el vuelo se mantenía a una altitud de hasta 1 km sobre el nivel del cráter. También se notó una intensa actividad fumarólica en varios sectores (sur-occidental y oriental). En el último mes, la dirección del viento ha sido variable con frecuentes nubes dirigidas hacia el nororiente (Fig. 5a). Las columnas de ceniza durante el mes de noviembre alcanzaron hasta 2 km sobre el nivel del cráter, con un promedio de 1 km snc (Fig. 5b).
En las últimas semanas, esta actividad ha producido pequeñas caídas de ceniza en las provincias de Chimborazo (Alao, Cebadas, Guaguallá), Morona Santiago (Macas) y Azuay. Gracias a muestras de ceniza colectadas en Macas (17/11/2019) y la estación SAGA (28/11/2019), se pudo determinar que esas caídas de ceniza son muy pequeñas (< 10 g/m2) con un alto contenido de ceniza extremadamente fina (entre 40 y 60% de ceniza < 63 µm de diámetro). La fracción > 63 µm (Fig. 5) está compuesta principalmente de material juvenil que corresponde a la fragmentación del magma (~80 % de escoria y fragmentos densos vidriosos de color miel a negro) con una pequeña fracción de cristales libres (10% de plagioclasas y piroxenos), de fragmentos oxidados (5%) y de líticos grises (5%).
2. Vento Ñuñurco: flujos de lava y colapsos
Durante el último sobrevuelo del Sangay realizado el 3 de diciembre se confirmó que el vento Ñuñurco sigue emitiendo flujos de lava, cuyas temperaturas máximas aparentes están en el rango de 100 a 210 °C (Fig. 7). Hasta la fecha se ha estimado un aproximado de 58±29 millones de m3 de lava emitida mediante el análisis de las alertas termales (líneas púrpuras en la Fig. 1d). Al igual que en los últimos meses se observó pequeños colapsos de los márgenes de los frentes de estos flujos, produciendo pequeños flujos piroclásticos que llegan a la base del cono, los cuales se acumulan en la cabecera superior del río Volcán.
3. Río Volcán: lahares
El descenso de flujos de lodo (lahares) a lo largo de río Volcán ha sido un fenómeno recurrente en los últimos meses y ha alcanzado en algunas ocasiones el río Upano (ver informe especial N° 4 y N° 5). Así, el día 24 de noviembre se reportó que los depósitos de lahar en el lecho del río Volcán han represado parcialmente el río Upano (ver Fig. 8 y 9). El día 26 de noviembre, personal del IG-EPN, acompañado de guardaparques del Parque Nacional Sangay, inspeccionó estos depósitos, cuyo espesor alcanzó más de 2 m en la zona de confluencia de los dos ríos. Mediante un sobrevuelo sobre el río Volcán el día 27 de noviembre, se identificó similares depósitos a lo largo de 16 km aguas arriba. Se estima que el volumen total de los depósitos de lahar a lo largo del río Volcán bordean los 5 millones de m3. Este volumen es una estimación que considera el área de inundación de los lahares desde las faldas del volcán Sangay hasta la confluencia con el río Upano y un espesor promedio de 2 m (Fig. 10). Los lahares se forman por la erosión del material volcánico depositado en las laderas del volcán Sangay, el cual es removilizado cuando hay fuertes lluvias.
La temperatura, pH y conductividad en el río volcán fueron: 21.4 °C, 8.48 y 266 μS/cm2, respectivamente. La composición química de una muestra de agua tomada el 19 de Octubre se muestra en la tabla 1 y es comparada con valores máximos recomendados para el consumo humano según la Organización Mundial de la Salud. Se puede concluir que los valores medidos en el río Volcán se encuentran dentro de los rangos normales de aguas naturales.
BB-DA-FJV-SH-PE-FN-DN-MC-MR
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional