Sísmicidad
El RMS (indicador que permite observar la amplitud de la señal sísmica) mostró un incremento rápido a raíz del enjambre sísmico del 16 de junio de 2018 (Informe Especial N°1), llegando a un máximo a las 09h22 TG, aproximadamente 90 minutos antes del inicio de la erupción (Figura 1). Luego se observó un segundo incremento asociado al tremor de erupción con un pico de amplitud cerca de 1 hora después del inicio de la erupción. A partir de este momento se observa una disminución paulatina de los valores de RMS llegando casi al nivel pre-eruptivo, al momento de publicación de este informe.
Anomalías térmicas
Desde el inicio de la erupción se reportaron anomalías térmicas en los sistemas FIRMS y MIROVA. En MIROVA el pico de energía calorífica se observó el 16 de junio a las 22h25 TG con una anomalía térmica extremadamente alta que alcanzó 11.6 GW (Figura 2). En FIRMS se observa claramente que las alertas se ubican en el flanco nor-nororiente del volcán (Figura 3). La intensidad de las anomalías térmicas detectadas en el volcán Fernandina sigue muy alta.
Nubes de gas
El 17 de junio se observó una nube de gas SO2 de más de 500 km de largo dirigida hacia el occidente (Figura 4 izquierda). El 18 de junio la nube de gas es aún más extensa (alcanzando más de 1000 km de largo) pero con una concentración mucho menor en SO2 (Figura 4 derecha). Adicionalmente, la nube de gas del 18 de junio aparece ligeramente separada de las islas Galápagos lo que podría indicar que el volcán ya no está emitiendo grandes cantidades de gas al momento de la publicación de este informe.
Interpretación
Los tres sistemas de vigilancia (sísmica, térmica, gas) utilizados para seguir la erupción de Fernandina muestran claramente que la actividad eruptiva está disminuyendo y podría finalizar en las próximas horas o días. En dos ocasiones anteriores en Galápagos se observó una disminución de la actividad por algunos días antes de un nuevo incremento asociado (Wolf 2015) o no (Fernandina 2009) a un cambio del sitio de la erupción. Por lo tanto, es importante mantenerse atento a cualquier cambio en la actividad interna y superficial.
Recomendaciones
Cabe destacar que no hay asentamientos humanos en la zona de la erupción y que la dirección del viento lleva el gas hacia el occidente, al lado opuesto de las islas pobladas (Isabela, Santa Cruz, Floreana y San Cristóbal). Se recomienda permanecer lejos de la erupción y en particular del ingreso de lava al mar ya que se pueden producir explosiones cuando la lava entra en contacto con el agua y este fenómeno produce una gran cantidad de gas tóxico. Adicionalmente, los flujos de lava pueden provocar incendios. El IGEPN continúa la vigilancia volcánica e informará si se observan cambios en la actividad interna o externa del volcán.
BB, PR, SH
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional