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Uno de sus objetivos fundamentales es el monitoreo sísmico permanente de la actividad de origen tectónico y volcánico del territorio nacional.

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Volcanes

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Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.

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La tecnología comprende un conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. No es de sorprenderse que a diario aparezcan nuevas técnicas y revolucionarias teorías que permitan que la tecnología avance a pasos agigantados, facilitando procesos y resolviendo problemas dentro de diversas áreas del quehacer de la comunidad en general.


Desde su creación, el IG ha visto la necesidad de utilizar instrumentos que le permitan realizar una precisa vigilancia tanto en sísmica como en varios otros parámetros relacionados al vulcanismo.

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5 de marzo de 2013

 

El 5 de marzo de 1987, dos terremotos (Ms=6,1 a las 20:54 TL y Ms=6,9 a las 23:10 TL) ocurrieron a lo largo de las laderas orientales de los Andes al NE del Ecuador. Los epicentros fueron localizados en la Provincia de Napo, aproximadamente 100 km al ENE de Quito y 25 km al N del volcán El Reventador. El sismo de las 23:10 fue sentido en un área de al menos 93 000 km2.

Las pérdidas económicas y sociales originadas directamente por las sacudidas de los terremotos fueron pocas en comparación con los efectos catastróficos producidos por los grandes derrumbes en masa e inundaciones en el área cercana al volcán El Reventador.

Todas las pérdidas de vida asociada con el evento ocurrieron en la Provincia de Napo, la estimación más común del número de muertos fue de alrededor de 1000. Quienes perdieron sus vidas fueron sorprendidos por los deslizamientos o fueron arrastrados por los ríos repletos de flujos de escombros de suelos saturados, restos de rocas y vegetación de los empinados flancos volcánicos. Las víctimas fueron generalmente residentes de plantaciones o pequeños asentamientos localizados en las colinas o en las planicies de inundación ubicadas entre Baeza y Lumbaquí.

 

reventador 1987

 

Foto: Evidencia de la inundación del 5 de marzo de 1987. En la orilla norte del río Aguarico cerca del pueblo de Lumbaqui. La inundación ha removido la mayoría de la cobertura vegetal en las terrazas bajas como se muestre al frente de la foto.

 

Deslizamientos de rocas y tierra, avalanchas de escombros y flujos de lodo inundaron esta zona oriental de los Andes produciendo la destrucción o rotura de aproximadamente 70 km del oleoducto trans-ecuatoriano y de la única carretera entre Quito y los bosques lluviosos y campos petrolíferos ecuatorianos. Las pérdidas económicas fueron estimadas en mil millones de dólares; los efectos de la amplia afectación sobre el desarrollo agrícola e hidroeléctrico de la región fueron difíciles de evaluar, pero indudablemente muy grandes.

Los deslizamientos de las laderas inducidos por los terremotos fueron bastante fluidos, debido a que 600 mm de lluvia cayeron en la región durante el mes anterior a dichos sismos. Los suelos superficiales tenían un alto contenido de humedad.

La principal consecuencia económica que sufrió el país fue el gran impacto en la producción ecuatoriana de petróleo, debido a los serios daños del oleoducto trans-ecuatoriano. De acuerdo a la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe en 1987, los campos petrolíferos ecuatorianos habrían producido alrededor del 60% de las divisas de exportación del país, por lo que fue severamente afectada la capacidad del Ecuador de hacer frente a sus costos de operación interna y realizar los pagos de los interés de su deuda externa. En las semanas siguientes a los terremotos, el Gobierno Nacional dictó algunas severas medidas económicas, incluyendo la suspensión del pago de la deuda externa a los bancos privados, incrementó los precios de los combustibles, un plan nacional de austeridad y un congelamiento de los precios de un conjunto seleccionado de productos esenciales.

 

Textos y fotografía tomados de "Los terremotos del Ecuador del 5 de marzo de 1987. Deslizamientos y sus efectos sociales" 2000. Estudios de Geografía, Volumen 9. Minard L. Hall. Coordinador de la edición en español. Escuela Politécnica Nacional. Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Corporación Editora Nacional.

 

02 de marzo de 2013

A partir del día jueves 28 de febrero se registró un paulatino incremento en la actividad sísmica del volcán. Desde la mañana del 1 de marzo, dicho cambio en la actividad sísmica es acompañado por la generación de columnas de emisión con ceniza, explosiones de tamaño pequeño, ruidos, bramidos de variada intensidad y caídas de ceniza en sectores ubicados especialmente en la zona sur occidental del volcán Tungurahua. 

Luego del último episodio eruptivo registrado desde el 14 hasta el 30 de diciembre del 2012, el volcán mantuvo un nivel de actividad sísmica considerado como moderado-bajo. Este nivel de actividad se mantuvo en niveles similares, y fue reportado en el Informe Especial n.4 hasta el 25 de Febrero. Entre el 25 y 27 de febrero se contabilizó un máximo de 5 sismos por día, asociados exclusivamente a la movilización de fluidos al interior del volcán (eventos del tipo largo período, LP). Desde el viernes 01 de marzo, se incrementó el número de señales asociadas a movimientos de fluidos (sismos LP o largo periodo), y se han contabilizado para el día de hoy y hasta el cierre del presente boletín 83 eventos de largo período, 12 explosiones de tamaño pequeño y 8 episodios de tremor de varios minutos de duración, los cuales están relacionados con las emisiones de ceniza.

Desde hace varias semanas atrás las condiciones climáticas no han sido favorables para realizar observaciones permanentes de la actividad superficial, pero hasta antes del 1 de marzo se pudo establecer que en la zona del cráter únicamente se presentaban leves penachos de vapor de menos de 100 metros de altura. Aproximadamente a las 16h00 (tiempo local) de la tarde de ayer, 1 de marzo, se observó una columna de emisión de vapor de agua y gases con un contenido moderado a bajo de ceniza y una altura de pocos cientos de metros sobre el nivel del cráter que se movilizaba hacia el occidente-noroccidente del volcán.

 

Columna de emision con moderado a bajo contenido de ceniza con dirección al occidente, vada en la tarde del 1 de marzo de 2013. Fuente: J. Ordoñez, OVT-IGEPN

Asociado con la mencionada actividad, se han recibido reportes de caídas de ceniza en la mañana de ayer color negro y granulado, y en la mañana de hoy, de color gris y tamaño de grano fino, en sectores ubicado al sur-occidente del volcán, como Choglontús y Manzano. De acuerdo a la información obtenida de la red de balanzas electrónicas (cenizómetros) manejadas por los vigías del volcán, y que se mantiene en cooperación con la Universidad San Francisco de Quito, se ha determinado que la zona sur-occidental tiene una caída moderada de ceniza (500 gramos por metro cuadrado ó 0.4 mm de espesor de ceniza) similar a la que ocurrió en este sector durante la actividad eruptiva del 18 de diciembre del 2012.

Se han recibido reportes de ruidos y bramidos de moderada y baja intensidad desde la mañana de ayer. Con la explosión de las 11:06 (tiempo local) de la mañana de hoy se recibieron reportes de un cañonazo moderado y ruido asociado al rodar de bloques por los flancos del volcán. Esta explosión es la de mayor tamaño registrado desde el inicio de este nuevo periodo eruptivo.

Los datos de las estaciones de inclinometría y de GPS muestran que el volcán continúa mostrando una deformación moderada en el flanco nor-occidental del volcán.

Hasta la publicación de este informe, las condiciones climáticas en la zona del volcán Tungurahua son adversas para observar la actividad superficial del mismo. Es posible que las explosiones y la emisión de ceniza continúen en los próximos días y por tanto la población debe protegerse de los efectos de ésta y mantenerse atenta e informada sobre la evolución de la actividad actual. 

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional se mantiene vigilando de manera permanente la actividad del volcán e informará cualquier cambio de comportamiento a las autoridades y comunidad en general.

LT/JO/BB/GR/SH/MR

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

14:30 (tiempo local)

25 de febrero de 2013

De manera similar a lo reportado en el informe especial No. 3 del 15 de febrero de 2013, la actividad sísmica del volcán se mantiene en un nivel considerado como moderado-bajo. Se han registrado desde el 15 de febrero hasta la fecha un promedio de 9 eventos sísmicos diarios, de este promedio 8 sismos son relacionados con movimiento de fluidos al interior del edificio volcánico. El número máximo de eventos contabilizados ha sido 21 el día 18 de febrero. Desde el 21 de enero no se han registrado explosiones.

De acuerdo a la información de la red de geodesia, la tendencia deflacionaria se mantiene en la parte superior del volcán y se registran ligeras inflaciones al noroccidente y suroccidente.

Los niveles de emisión de gases, detectados por la red de monitoreo de gases de SO2 se mantienen en valores considerados como bajos, con un máximo registrado de 1091 toneladas por día en la estación en la zona de Bayushig el 19 de febrero de 2013. La semana pasada, las concentraciones de emisión de SO2 oscilaron entre 53 y 353 ton/día en la estación de Pillate.

La zona del volcán se mantiene la mayor parte del tiempo con alta nubosidad y la presencia de lluvias de diferente intensidad, razón por la cual no se ha realizado monitoreo visual y térmico permanente. Sin embargo, cuando las condiciones climáticas han sido favorables se ha observado la presencia de penachos de vapor de agua, color blanco de menos de 100 metros de altura. No se han reportado ruidos ni bramidos en las últimas semanas.

Emisión de vapor muy débil registrada el 17 de Febrero desde el Observatorio Vulcanológico del Tungurahua. Fuente: J. Ordoñez-OVT/IGEPN

 

En base a todo lo mencionado se puede concluir que la actividad del volcán se mantiene en un nivel considerado como moderado a bajo. Debido a las condiciones climáticas presentes en la zona es necesario mantener especial atención a la generación de flujos de lodo o lahares que afectan principalmente a las zonas en las cuales tienen influencia los drenajes que nacen en el volcán. 

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional mantiene el monitoreo y vigilancia permanente de la actividad del volcán Tungurahua. 

LT/MR/PM

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

18h00 (tiempo local)

15 de febrero de 2013

Desde el 25 de enero del 2013, fecha de publicación del informe especial No.2, el volcán Tungurahua ha presentado un nivel de actividad superficial bajo, siendo la única expresión superficial observada, una leve actividad fumarólica y pequeñas emisiones de vapor a nivel del cráter. En tanto, la actividad sísmica se caracteriza por la generación de sismos del tipo largo período, con un promedio de 29 por día y eventos volcano-tectónicos, con un promedio de 2 por día. Esta actividad sísmica se encuentra asociada con la presurización y movilización de fluidos y fracturamiento de rocas al interior del edificio volcánico. De manera general, el número de sismos contabilizados muestra una tendencia descendente, con un máximo de 67 sismos del tipo LP registrados el 30 de enero y un mínimo de 8 sismos registrados el 12 de Febrero. No se han registrado explosiones. 

Con respecto a la información obtenida de la red de monitoreo de gases se señala que las emisiones de SO2 se han mantenido en valores bajos, es decir, menores a 500 toneladas por día. Por otro lado, la red de geodesia encargada de detectar cambios en los flancos del cono volcánico, registró una tendencia inflacionaria en la parte superior del edificio, observándose un incremento en sus valores entre los días 05 y el 12 de Febrero. Sin embargo, en los últimos 3 días (13-15 de Febrero) este incremento se ha detenido y se observa un patrón más estable.  

En base a lo señalado se puede concluir que la actividad superficial, sísmica, de gases y de deformación, muestra niveles considerados como bajos. Por lo tanto se espera que esta tendencia se mantenga en los próximos días o semanas.  

El Instituto Geofísico se encuentra monitoreando de manera permanente la actividad del volcán y en caso de que se produzcan cambios detectables en los distintos parámetros obtenidos de la red de vigilancia del volcán serán comunicados a las autoridades y al público en general.  

PM/SH/MR/LT/AA/GR

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

16:00 (tiempo local)

09 de febrero de 2013

Hoy, 09 de Febrero, a las 09h16 (tiempo local) ocurrió un evento sísmico de magnitud Mw=7.0 (energía liberada) que fue localizado por la Red Nacional de Sismógrafos (RENSIG) del IGEPN, a una latitud de 1.11° Norte y a una longitud 77.67° Oeste, con una profundidad de 152 km. La población más cercana es Túquerres en Colombia que se encuentra a unos 30 km al Norte de la frontera entre Ecuador y Colombia. Hay que resaltar la gran profundidad de este sismo, lo que hace que la distancia entre la población más cercana (Túquerres) y el foco de liberación de la energía sísmica sea grande (>150 km), lo que explica que a pesar de su alta magnitud no se reporten daños.

El terremoto fue sentido en las poblaciones ubicadas en todo el país a excepción de la zona austral, incluyendo las ciudades de Tulcán, Ibarra, Lago Agrio, Esmeraldas, Portoviejo, Quevedo, Manta, Guayaquil, Riobamba y Ambato. Por la forma en la cual fue sentido se estima un valor de intensidad de 5 en la zona comprendida entre Tulcán-Ibarra-Esmeraldas, 4 en Quito y sus alrededores y 3 en la zona de Ambato-Riobamba-Guayaquil. La intensidad se estimo en función de la Escala Macrosísmica Europea (EMS-98) que describe la forma como las personas sienten los temblores y como las estructuras reaccionan ante el paso de las ondas sísmicas. En estos niveles de intensidad aún no se producen daños en las estructuras.

El origen de este sismo es un desgarre o rotura en la parte interna de la placa de Nazca que esta penetrando oblicuamente por debajo de la placa continental de Sudamérica. Este tipo de terremotos se caracteriza por ser sentido en zonas muy amplias, pero por su profundidad su capacidad de producir daños es muy limitada. Se caracterizan también por no producir réplicas posteriores, y si las hay en general son muy escasas y de menor magnitud. El último terremoto de estas características que ocurrió en el territorio nacional fue el 12 de Agosto de 2010 con una magnitud Mw=7.2, una profundidad de 254 km, fue sentido en todo el país y no produjo daños.

 

HY/AA

Instituto Geofísico

Escuela Politécnica Nacional

12:00 (tiempo local)

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