El día 27 de diciembre de 2022 se registró un sismo de magnitud 4.1 en la provincia del Guayas; el hipocentro se localizó cerca de Samborondón, por lo que se sintió con bastante fuerza en los alrededores del puerto principal. Lo interesante es que mucha gente en el área afectada reportó haber recibido una notificación en sus celulares, segundos antes o segundos después de haber sentido el evento. Mucha gente se preguntó ¿Cómo es esto posible?
Los Sistemas de Alerta Temprana
Es importante aclarar que los Sistemas de Alerta Temprana (SAT) no predicen la ocurrencia de sismos. Los SAT tienen como objetivo detectar los movimientos sísmicos una vez que estos ya han ocurrido y emiten una alerta para que la gente tenga unos pocos segundos hasta unos pocos minutos (dependiendo a qué distancia se encuentra del epicentro) para prepararse ante la llegada de las ondas sísmicas destructivas.
Hace poco se desarrolló en Quito la IV Asamblea de la Comisión Sismológica de América Latina y el Caribe (LACSC) y el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) fue la institución anfitriona y organizadora. Durante este evento hubo una sesión completa sobre los sistemas de alerta temprana (SAT). Investigadores de todo el mundo presentaron los avances de los sistemas SAT en países como: México, EEUU y Costa Rica. ¿Cómo operan? ¿Qué tan eficaces son? ¿Cuáles son las perspectivas de los SAT en Ecuador y en los diversos países del mundo?
Uno de los sistemas de alerta temprano más efectivos del Mundo es el SASMEX, instalado en la Costa Oeste y Sur de México. Si quieres saber más cómo funcionan los sistemas de alerta temprana tradicionales, y las perspectivas de los SAT en nuestro país, te lo contamos en esta nota: https://www.igepn.edu.ec/interactuamos-con-usted/1972-ponencia-del-dr-gerardo-suarez-sobre-el-sistema-de-alerta-temprano-de-terremotos-en-mexico
El sistema de Alerta Temprana Sísmica de Android
Los Estados Unidos de América son pioneros en materia de sistemas de alerta temprana. En algunos estados está disponible “ShakeAlert”. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha desplegado una densa red instrumental en la Costa Oeste para detectar terremotos (Figura 2). Esta red analiza los datos para determinar la ubicación y la magnitud de un sismo, luego el sistema envía una alerta de terremoto directamente a los usuarios de teléfonos inteligentes Android.
Pero el sistema de alerta sísmica de Android no solo opera en Estados Unidos, funciona en todo el mundo. La diferencia es que en los otros países su funcionamiento es un poco diferente.
Todos los teléfonos móviles inteligentes contienen un acelerómetro muy pequeño, es decir un dispositivo pensado en medir la aceleración que permite al teléfono calcular cuantos pasos damos al caminar, nos permite girar la pantalla, utilizar los juegos y aplicaciones de realidad aumentada, entre otras funciones (Figura 3).
Estos acelerómetros permiten también detectar vibraciones y velocidad, señales que indican que pudiera haber un sismo en curso. Los teléfonos conectados al internet, envían estas señales a los servidores de detección de Google, que analiza estas señales y en base a la ubicación de estos teléfonos obtiene una ubicación aproximada del evento. Este método usa los más de 2000 millones de teléfonos Android que existen en el planeta, constituyendo la que probablemente es la red de detección sísmica más grande del mundo. Luego se emite una alerta a los teléfonos que estén en las cercanías (Figura 4).
Para mayor información sobre este sistema visita: https://crisisresponse.google/intl/es/android-alerts/
Pero ¿Cuáles son las limitaciones del método?
Si bien contar con una red tan densa de “detectores de sismos” parece ideal, debemos entender que el método tiene varias limitantes. Los acelerómetros de los teléfonos inteligentes, tienen baja resolución así que pudieran no ser capaces de detectar los sismos de baja magnitud, pues obviamente no están diseñados para eso. Otra problemática para este tipo de métodos es la generación de alertas que quizás no respondan a sismos verdaderos.
Adicionalmente, en todo momento se debe tener en mente que los sistemas de alerta temprana no predicen los sismos, sino que disparan una alarma una vez que el sismo ya ha ocurrido. Es por esto que muchas personas en el Guayas recibieron la alerta pocos segundos antes, otros durante y otros incluso después de haber sentido el evento, todo esto en función de su localización geográfica respecto al epicentro.
¿Cómo se localizan los sismos en Ecuador?
La localización de un evento sísmico y el cálculo de la magnitud son más complejos. Si bien los SAT de Android ofrecen localizaciones aproximadas para generar la alerta, son incapaces de ofrecer la localización y magnitud del evento con certeza. En Ecuador, la red sísmica nacional (RENSIG) es operada por el Instituto Geofísico de la EPN, quien es la entidad nacional encargada de la vigilancia de las amenazas sísmicas y volcánicas.
Gracias a la RENSIG y la RENAC, que en conjunto cuentan con más de 200 instrumentos desplegados a nivel nacional, el IG-EPN determina la localización y magnitud de un sismo después de su ocurrencia (Figura 5).
El IG-EPN usa el sistema de análisis y procesamiento Seiscomp (Gempa®), de esta manera una computadora analiza las ondas sísmicas, calcula y genera un aviso automático que se emite a través de redes sociales a los 3 minutos de ocurrido el evento, que es el tiempo que le toma al sistema, recibir todas las ondas sísmicas, determinar una localización confiable (matemáticamente estable) y calcular la magnitud. Esto genera una localización PRELIMINAR (Figura 6). Luego un operador calificado, inspecciona las ondas sísmicas de forma manual, ratificando y/o corrigiendo lo que proporcionó el sistema de manera automática y se emite una nueva localización REVISADA (Figura 6), la cual puede variar ligeramente en términos de magnitud y la localización, respecto a la proporcionada automáticamente.
Dado que el procesamiento de las señales sísmicas es revisado por un operador, la generación de una solución REVISADA toma unos cuantos minutos en ser emitida al público (aproximadamente 5 minutos adicionales). Sin embargo, podemos tener confianza en que esta localización refleja de manera más adecuada dónde ocurrió el fenómeno y su magnitud más exacta. El Centro Terras del IG-EPN opera 24 horas al día 7 días de la semana para poder emitir información veraz y oportuna en lo que respecta a los fenómenos sísmicos y volcánicos (Figura 7).
En resumen, las alertas proporcionadas por Google/Android son una propuesta tecnológica muy innovadora. Alertas de este tipo pueden en efecto ser de mucha ayuda y nos pueden servir para tomar medidas de autoprotección en el caso de la ocurrencia de un sismo grande (Figura 4). Sin embargo la alerta será efectiva siempre y cuando, sepamos cómo actuar ante ella y siempre y cuando estemos a una “distancia apropiada” del epicentro del evento (en el orden de 20 km o más), caso contrario, no contaremos con una ventana de tiempo suficientemente grande para reaccionar de una manera adecuada, ya que las ondas sísmicas destructoras viajan muy rápido.
D. Sierra, M Córdova, M. Segovia
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Incremento progresivo en la actividad superficial e interna del volcán Cotopaxi
Resumen
El día 21 de octubre a las 19h44 TL, las estaciones sísmicas instaladas en los flancos del volcán Cotopaxi registraron una señal sísmica de tremor de frecuencia de 2-8 Hz, larga duración y pequeña amplitud. Esta señal estuvo acompañada por la emisión de gases y ceniza, produciendo una caída moderada de este material en el Refugio José Ribas. Desde entonces se han generado dos caídas de ceniza con mayor alcance, afectando hasta 60 km de distancia con respecto al volcán. Estos eventos de mayor alcance ocurrieron los días 26 de noviembre y 20 de diciembre del año en curso. Las nubes de ceniza alcanzaron hasta 2.2 km sobre el nivel del cráter y se han dirigido principalmente hacia el nor-noroccidente por lo que se tuvo reportes de caídas de ceniza en los cantones Mejía, Rumiñahui y Quito. Además, se observa la emisión casi continua de gases desde el cráter del volcán alcan-zando una altura variable entre 200 y 2800 m. Los parámetros de sismicidad y deforma-ción se mantienen en niveles moderados mientras que la desgasificación es intensa, tanto la registrada por la red de sensores permanentes en tierra del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional como por los instrumentos satelitales. Adicionalmente, ins-trumentos satelitales han detectado anomalías termales en el cráter del volcán que cada vez son más frecuentes (última anomalía 22 de diciembre 2022).
Esta reactivación volcánica tiene un origen magmático evidenciado por las grandes canti-dades de dióxido de azufre emitido a la atmósfera y por el porcentaje alto de componente juvenil en la ceniza recolectada. Las emisiones de ceniza son cada vez más frecuentes, pero hasta el momento no han llegado a los niveles observados durante la erupción de agosto-noviembre 2015.
La evolución de esta actividad a mediano plazo es incierta, debido a la naturaleza misma de los fenómenos volcánicos. Sin embargo, a corto plazo (días a semanas) el escenario más probable es que las emisiones de ceniza se repitan y/o se intensifiquen sin mostrar signos precursores; pero sin llegar a los niveles observados en la erupción de 2015. En este sentido es importante mantener activo el sistema de vigilancia y continuar con las tareas de prevención y mitigación relacionadas con los escenarios eruptivos del volcán Cotopaxi. El IG-EPN se mantiene atento a cambios en las condiciones presentadas por el volcán para dar información oportuna a las autoridades y la población en general.
Anexo técnico-científico
Sismicidad
Desde el mes de octubre hasta la fecha, la sismicidad muestra un incremento en el núme-ro de eventos diarios del tipo LP (largo período; asociados al movimiento de fluidos; Figu-ra 1) y el registro de sismos de tipo VLP (muy largo periodo).
Desde el 21 de octubre se ha registrado un total de 27 emisiones de ceniza, las cuales han tenido asociadas señales de tremor (2-8 Hz). Dos de estas emisiones han provocado caídas de ceniza a nivel provincial, el 26 de noviembre y el 20 de diciembre.
La amplitud (cuentas/energía) de los tremores sísmicos relacionados con estas dos emi-siones de ceniza son menores en comparación a los episodios registrados durante el pro-ceso eruptivo de 2015.
El martes 20 de diciembre de 2022, las estaciones sísmicas del volcán Cotopaxi registra-ron una señal de tremor de emisión de ceniza, desde las 00h21 TL, misma que fue confir-mada por las imágenes satelitales de GOES-16 y reportado en el IG AL INSTANTE VOLCÁN COTOPAXI No. 2022-031. Esta señal sísmica se mantuvo por 5 horas. El tremor inició de manera progresiva y alcanzó un valor máximo de amplitud a las 02h17 TL (Figura 2). Pos-teriormente, se observó un descenso paulatino en la amplitud sísmica hasta aproximada-mente las 05h15 TL. Este episodio de emisión de ceniza fue diferente al tremor registrado el 26 de noviembre de 2022 el cual inició y finalizó de forma abrupta (Figura 3).
La Figura 4 muestra el tremor de emisión con las formas de onda en tres estaciones (BREF, VC2 y BTAM) y sus correspondientes espectros. La coincidencia en la frecuencia corresponde a un pico espectral máximo de 3.97 Hz. Lo que indica que la señal corres-ponde a un proceso de la fuente y que la presencia de picos secundarios debe ser atribui-da a procesos que ocurren durante el camino por el que atraviesa la señal sísmica.
Deformación
Para el análisis de deformación del suelo, se realiza periódicamente el procesamiento de estaciones cGPS que están ubicadas en los flancos altos del volcán y de imágenes satelitales procesadas con el método InSAR.
Para el análisis de deformación, se realiza el procesamiento interferométrico de imáge-nes de Radar de Apertura Sintética (InSAR), de la constelación de satélites de Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se procesaron las órbitas ascendentes y descenden-tes utilizando datos del portal LiCSAR (https://comet.nerc.ac.uk/comet-lics-portal/) y la serie temporal con el software LiCSBAS (Morishita et al., 2020).
La Figura 5 muestra el mapa de deformación acumulada en los componentes vertical y horizontal de la zona del volcán Cotopaxi. El periodo de análisis es desde el 1 de enero del 2019 hasta el 11 de diciembre del 2022. Los resultados muestran una tendencia de de-formación positiva en el componente horizontal al nororiente del volcán, mientras que en el componente vertical no se observan mayores cambios. Este procesamiento se realizó en la Universidad de Leeds (Reino Unido) que mantiene estrecha cooperación con el Insti-tuto Geofísico.
Adicionalmente, la variación relativa de las posiciones diarias registradas por la red de bases cGPS (continuos global positioning system) del volcán Cotopaxi (Figura 6) muestran una tendencia ligeramente ascendente que inicia entre julio y agosto 2022 y que se man-tiene hasta la actualidad (área remarcada en color amarillo). Esta tendencia indica que las bases geodésicas están distanciándose progresivamente. Por la ubicación de las bases (en el flanco nororiental y suroccidental, respectivamente), el incremento de la distancia entre estas estaciones fijas implica un aumento milimétrico en el diámetro del edificio volcánico, el cual responde a un patrón radial de deformación denominado “inflación”, cuya velocidad media es de aproximadamente 8 mm/año. Los patrones de deformación registrados por los cGPS son similares a los obtenidos por el método InSAR.
Nubes y caídas de cenizas
Como se puede observar en la Figura 7, el número de emisiones de ceniza del volcán Co-topaxi se ha incrementado significativamente en los últimos dos meses. Mientras que en octubre se registró apenas una emisión de ceniza, en la última semana de noviembre el número subió a 5, y durante el mes de diciembre se incrementó hasta 22 emisiones de ceniza. Como consecuencia, la tasa diaria de emisiones de ceniza es de 0.96, indicando que en promedio hay una emisión de ceniza al día en el volcán Cotopaxi. Sin embargo, solo dos de ellas han sido lo suficientemente grandes como para causar afectación leve en la población.
En paralelo, el Centro de Avisos de Cenizas Volcánicas de Washington (W-VAAC por sus siglas en inglés) ha reportado varias nubes de ceniza desde el 21 de octubre. Los mayores alcances fueron observados para las nubes de ceniza asociadas a la actividad del 26 de noviembre y 20 de diciembre con 60 km de distancia en dirección nor-noroccidente. Las alturas de estas dos fueron de 2.2 km y 1.5 km sobre el nivel del cráter, respectivamente. Debido a esta actividad se reportó caída de ceniza desde varios sectores de los cantones Mejía, Rumiñahui y Quito (Figura 8).
La ceniza de estas caídas fue muestreada y el material recolectado preparado para su correspondiente análisis de laboratorio. En la Figura 9A se indica la evolución de los por-centajes de los componentes que conforman la ceniza de la primera caída que ocurrió el 21 de octubre y de la segunda del 26 de noviembre. Los resultados muestran un ligero incremento en el aporte del material juvenil (material asociado al magma que está gene-rando la actividad volcánica en superficie) para la caída de ceniza del 26 de noviembre. La muestra de la caída de ceniza del 20 de diciembre se encuentra en etapa de procesa-miento y análisis para poder completar la serie temporal de componentes y estudiar la evolución del actual proceso eruptivo. Además, gracias a la colaboración con el laborato-rio Magmas y Volcanes de Clermont-Ferrand (Francia), se tomaron imágenes de electro-nes retrodifusos (Figura 9B) con una microsonda electrónica con el objetivo de observar las texturas y de determinar la química del vidrio volcánico. Este análisis muestra que el magma actualmente en erupción es más básico que el magma que salió durante el perio-do eruptivo de 2015.
Anomalías térmicas satelitales
Desde el 21 de octubre los sistemas satelitales MIROVA, MOUNTS y FIRMS han detectado claramente anomalías térmicas en el volcán Cotopaxi. En las imágenes más reciente de Sentinel-2 del 17 y 22 de diciembre 2022 se observa un pequeño punto caliente en el crá-ter debajo de la emisión de gas (Figura 10). Este punto caliente ha sido observado de ma-nera repetitiva desde 2015, pero la frecuencia de observación se ha incrementado te-niéndose 7 anomalías en los últimos 2 meses, registradas por los sistemas satelitales mencionados anteriormente.
Mediante fotografías colectadas durante el sobrevuelo realizado el 19 de diciembre se pudo constatar la presencia de ceniza cubriendo toda la parte superior del volcán y parte de los flancos sur, sur oriental y sur occidental. Este material volcánico es el resultado de las emisiones de gases y ceniza reportadas en los últimos días. Debido a la continua salida de gases no se tuvo observaciones directas de la parte interna del cráter (Figura 11). Por otro lado, mediante imágenes térmicas tomadas con una cámara infrarroja portátil, se estimó que las temperaturas más altas están al interior del cráter con un valor de 45°C, este valor es subestimado debido que la parte superior del cráter está llena de gases. Por otro lado, las temperaturas de los campos fumarólicos externos e internos del cráter no sobrepasan los 25°C. Estos valores de temperatura están dentro de los rangos medidos en el presente periodo eruptivo, es decir desde el 21 de octubre de 2022.
Desgasificación y medidas de dióxido de azufre (SO2)
Desde octubre 2022 se observa un claro incremento en los valores de flujo de SO2, los mismos que se intensifican en los primeros días de diciembre (Figura 12). Estos valores altos de SO2 son similares a los reportados en el 2015. Este mismo patrón de incremento se observa en el número de medidas válidas, indicando que desde el mes de octubre el SO2 está de manera permanente en la atmósfera. Los valores de emisión de SO2 también son medidos gracias al instrumento TROPOMI en el satélite Sentinel-5SP. En el panel in-termedio de la Figura 12 se muestra las emisiones de SO2 medidas en la atmósfera alre-dedor del Cotopaxi por este instrumento satelital. Se ve claramente la aparición de medi-das desde octubre y un incremento en los valores de SO2 desde el mes de noviembre. En conjunto, los datos satelitales y los provistos por la red DOAS indican un incremento de la emisión de SO2 del volcán Cotopaxi. Adicionalmente, al comparar estos datos con las altu-ras de las columnas de emisión se constata que la red DOAS tiene mejor detección para las columnas de menor altura, mientras que el satélite observa mejor el SO2 asociado a columnas de mayor altura.
Las imágenes de TROPOMI permiten generar un mapa de la distribución promedio de SO2 en la atmósfera. Se ha realizado una superposición de las imágenes para un periodo de quince días en octubre, 30 días en noviembre y 20 días en diciembre. En la Figura 13 se observa claramente un incremento de la cantidad de SO2 emitida por el volcán Cotopaxi. En las imágenes también se nota la emisión de SO2 para los volcanes Reventador y Sangay que también se encuentran en erupción.
Desde la emisión de ceniza del 21 de octubre 2022 se realiza mediciones periódicas de otras especies gaseosas con un equipo MultiGAS (Aiuppa et al., 2004; Shinohara, 2005). A través de sobrevuelos y ascensos a la cumbre se realizaron mediciones de las especies gaseosas mayoritarias emitidas (Agua: H2O, Dióxido de carbono: CO2, Dióxido de azufre: SO2 y Ácido sulfhídrico: H2S). Durante el último sobrevuelo del 19 de diciembre 2022 se realizaron 3 cortes a la pluma de gas, un ejemplo de uno de ellos se puede ver en la Figura 14. Desde el inicio de las mediciones, la razón SO2/H2S ha mostrado un incre-mento progresivo que indica una reducción del sistema hidrotermal del volcán frente a una predominancia de los gases de origen magmático.
Interpretación de datos
En base a la información disponible, se concluye que el volcán Cotopaxi presenta al mo-mento una actividad eruptiva de nivel moderado. El análisis conjunto de los diferentes parámetros de vigilancia muestra que la actividad reciente del Cotopaxi está provocada por la presencia de magma en el conducto volcánico. Sin embargo, hasta el momento no hay evidencia de un ingreso de un mayor volumen de magma hacia el sistema.
Los datos de monitoreo indican un incremento paulatino de la actividad superficial carac-terizada mayormente por columnas de gases y vapor de agua alcanzando hasta 2800 me-tros sobre el cráter (m snc), además de una ocurrencia cada vez más frecuente de emi-siones de ceniza de más de 1000 m snc. La sismicidad sigue dominada por pequeños sis-mos de tipo LP y la aparición esporádica de eventos VLP; la deformación muestra una leve tendencia inflacionaria detectable en los flancos del volcán, en el componente horizontal; y los gases magmáticos, especialmente el SO2 son abundantes en la pluma volcánica.
Escenarios Eruptivos para el Volcán Cotopaxi
(Actualización 21/12/2022)
En base a lo presentado anteriormente, se propone tres escenarios eruptivos para el corto plazo (días a semanas). Los escenarios uno y dos tienen mayor posibilidad de ocurrir, mientras el escenario número tres es mucho menos posible. Los escenarios han sido ela-borados en base a la información de monitoreo que se dispone al momento de la publica-ción de este informe. Estos escenarios pueden ir evolucionando, dependiendo de lo que se observa en los parámetros de vigilancia.
1. Las emisiones de ceniza que iniciaron el 21 de octubre de 2022 van aumentando en frecuencia y/o altura, al igual que las emisiones de gases volcánicos. Lo más probable es que este tipo de eventos se repita o intensifique en el corto plazo (días a semanas), sin mostrar signos precursores, pero sin llegar a los niveles observados en la erupción de 2015. Al momento no hay evidencias fehacientes de nuevas inyecciones de magma en zonas profundas que pudieren derivar en una erupción de mayor magnitud. En este esce-nario es muy posible observar nuevas erupciones pequeñas acompañadas de señales sís-micas de tremor de larga duración (horas) y emisiones de ceniza similares a las ocurridas el 26 de noviembre y el 20 de diciembre. Dependiendo de la dirección y la velocidad de los vientos estas emisiones de ceniza podrían causar afectación leve en áreas relativa-mente cercanas al volcán.
2. Las emisiones de ceniza se intensifican hasta llegar a niveles similares a los observados en el periodo eruptivo del 2015. Este escenario podría darse en el corto/mediano plazo y se esperaría observar una tendencia claramente ascendente en los parámetros de moni-toreo (especialmente en la deformación y la actividad sísmica). Dependiendo de las con-diciones de velocidad y dirección del viento, estas emisiones de ceniza causarían una ma-yor afectación en los centros poblados, particularmente en las provincias de Cotopaxi, Pichincha y Napo. Además, debido a las lluvias en el sector, pueden generarse lahares secundarios que afectarían las inmediaciones del Parque Nacional Cotopaxi como lo ob-servado en la erupción de 2015. Afectando principalmente la vía al refugio en el sector de la quebrada Agualongo.
3. Las emisiones de gases volcánicos y ceniza aumentan de forma acelerada en el cor-to/mediano plazo, así como otros parámetros de monitoreo (deformación y actividad sís-mica), con evidencias claras de inyecciones profundas o de transporte acelerado de magma hacia la superficie, lo que en conjunto representaría los precursores de una fase eruptiva mucho mayor a la observada en 2015. Por ahora este escenario se considera como muy poco probable, por la falta de evidencias de aumento acelerado de los pará-metros de monitoreo y de actividad superficial. Las explosiones y emisiones de ceniza en este escenario serían mucho más grandes que las observadas en 2015 y tendrían una afectación regional, es decir, puede haber caída de ceniza en las provincias de Cotopaxi, Pichincha, Napo, Los Ríos, Manabí y otras, dependiendo de la velocidad y dirección del viento. Además, la caída fuerte de ceniza puede interrumpir la circulación vehicular entre las provincias de Pichincha y Cotopaxi, contaminar fuentes de agua potable y de riego, y afectar la distribución eléctrica. Adicionalmente, se pueden formar flujos piroclásticos de diferentes tamaños que derritan parte del glaciar y desencadenen lahares primarios en los principales drenajes del volcán, tal como se muestra en los mapas de peligros zona norte, sur y oriente (Mothes et al., 2016b, 2016a; Vásconez et al., 2015).
Referencias
Aiuppa, A., Burton, M., Murè, F., Inguaggiato, S., 2004. Intercomparison of volcanic gas monitor-ing methodologies performed on Vulcano Island, Italy. Geophysical Research Letters 31.
IG-EPN, 2022. IG AL INSTANTE VOLCÁN COTOPAXI No. 2022-031. Quito-Ecuador. Disponible en: https://informes.igepn.edu.ec/igepn-registro-web/pages/public/InformeGenerado.jsf?directorio=28978
Mothes, P., Espin, P., Hall, M.L., Vásconez, F., Sierra, D., Córdova, M., Santamaría, S., Marrero, J., Cuesta, R., 2016a. Actualización Mapa de Amenazas del Volcán Cotopaxi, Zona Sur.
Mothes, P., Espin, P., Hall, M.L., Vásconez, F., Sierra, D., Marrero, J., Cuesta, R., 2016b. Actualiza-ción Mapa de Amenazas del Volcán Cotopaxi, Zona Norte.
Shinohara, H., 2005. A new technique to estimate volcanic gas composition: plume measure-ments with a portable multi-sensor system. Journal of Volcanology and Geothermal Re-search 143, 319–333.
Vásconez, F., Sierra, D., Andrade, D., Almeida, M., Marrero, J., Hurtado, J., Mothes, P., Bernard, B., Encalada, M., 2015. Mapa Preliminar de Amenazas Potenciales del Volcán Cotopaxi- Zo-na Oriental.
Lazecký, M., Spaans, K., González, P. J., Maghsoudi, Y., Morishita, Y., Albino, F., et al. (2020). LiCSAR: An automatic InSAR tool for measuring and monitoring tectonic and volcanic activity. Remote Sensing, 12(15), 2430. https://doi.org/10.3390/rs12152430
Morishita, Y., Lazecky, M., Wright, T. J., Weiss, J. R., Elliott, J. R., & Hooper, A. (2020). LiCSBAS: An open-source InSAR time series analysis package integrated with the LiCSAR automated Sentinel-1 InSAR processor. Remote Sensing, 12(3), 424. https://doi.org/10.3390/rs12030424
Elaborado por:
S. Hidalgo, M. Almeida, A. Vásconez. F.J. Vasconez, M. Yepez, M. Córdova, S. Vallejo, A. García. D. Sierra, P. Espín Bedón, S. Vaca, D. Andrade, Jean-Luc Devidal, M. Ruiz, B. Bernard.
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
SISMO COSTA AFUERA DEL LIMITE ECUADOR-COLOMBIA
A las 04:46 tiempo local (TL), ocurrió un sismo de magnitud Mw=5.3 (Mlv=5.4), frente a las costas del límite entre Ecuador y Colombia, cuyo epicentro se encuentra en 1.61 N y 79.48 W, a una profundidad de 5km. En función de la profundiad y su mecanismo focal (Figura 1.b), la fuente se asocia a fallas en la placa superior. Posterior al evento de las 04:46 (TL) se han registrado varias réplicas, de las cuales las más importantes son las de las 04:49 (TL) de magnitud Mlv=4.5 y el de las 10:57 de magnitud Mlv=4.6.
Según el reporte del SNGRE, el sismo de las 04:46 (TL) fue sentido de forma moderada en la provincia de Esmeraldas y leve en las provincias de Imbabura y Pichincha; los sismos posteriores al ser más pequeños, se sientieron de forma leve en la provincia de Esmeraldas. Hasta el momento no se tiene reporte de daños.
El Instituto Geofísico se encuentra monitoreando y cualquier novedad será informada.
Jefe T.; Auxiliar T.
VACA S, ORTIZ M
Colaboradores del Informe
SANTO N
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Seguimiento
Cumpliendo con los objetivos del Proyecto “HIP Preparativos Sangay”, financiado por la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO) y ejecutado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre el 30 de noviembre y el 02 de diciembre de 2022, técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) realizaron la visita a los Docentes de las Unidades Educativas de los cantones Guamote y Colta y a Técnicos de las Unidades de Gestión de Riesgo de Pallatanga, Cumandá y Colta para dar seguimiento a la réplica del Taller Interactivo sobre Peligros Sísmicos y Volcánicos.
El objetivo de replicar este Taller es que más personas se encuentren capacitadas y preparadas sobre los Peligros Sísmicos y Volcánicos, y así minimizar los efectos negativos de eventos adversos (como erupciones volcánicas y terremotos) sobre la salud y los medios de vida, especialmente en relación con la caída de ceniza.
El día miércoles 30 de noviembre de 2022, se visitó a los Técnicos de las UGR de los cantones Pallatanga y Cumandá, los cuales impartirán el Taller en las comunidades rurales de sus cantones. Además, se entregó folletos sobre “El Volcán Sangay” y “¿Qué son los Sismos?” en los GAD parroquiales y cantonales para que sean compartidos con su población (Fig. 1).
El día jueves 01 de diciembre de 2022 se visitó a los Docentes de las UE Emilio Uzcátegui, Ñukanchik Yachay, Humberto García Ortiz, 23 de Julio y Puertas del Oriente, pertenecientes a la parroquia de Cebadas, para hacer el seguimiento del Taller interactivo sobre Peligros Sísmicos y Volcánicos en sus instituciones. En varias de las instituciones el Taller ya se había impartido con los estudiantes, docentes y padres de familia. Además, se entregó folletos y libros alusivos al tema (Fig. 2).
El día viernes 02 de diciembre de 2022, se realizó el acompañamiento del Taller Interactivo sobre Peligros Sísmicos y Volcánicos con los Docentes de las UE Héroes del Cenepa de la parroquia Palmira del cantón Guamote (Fig. 3), y Tomás Oleas del cantón Colta (Fig. 4). En el primer caso, el taller fue impartido a estudiantes de 1ro, 2do y 3ro de Bachillerato. En la segunda institución el taller se replicó con el personal docente. Del mismo modo, se entregó folletos alusivos al tema y refrigerios a los participantes de los talleres.
Trabajo de Campo
Por otra parte, se aprovechó la salida para recolectar muestras de ceniza asociadas a las emisiones ocurridas entre el 18 de octubre y el 30 de noviembre de 2022 y realizar el mantenimiento de los cenizómetros (Fig. 6). Durante este periodo se han reportado 187 alertas de dispersión de ceniza poco energéticas, excepto la del 4 de noviembre que alcanzó los 7500 metros de altura sobre el nivel de cráter, y una distancia de hasta 550 km desde el volcán, según los reportes satelitales del Centro de Alertas de Ceniza Volcánica de Washington (Washington VAAC). Estas emisiones de ceniza se dirigieron principalmente hacia el occidente y noroccidente del volcán, sobrepasando la línea costera y provocando caída de ceniza principalmente en la provincia de Chimborazo.
La red de cenizómetros permitió cuantificar la cantidad de ceniza en cada una de las siguientes poblaciones (Fig. 5):
También se visitó a los Observadores Volcánicos para entregarles la “Guía sobre Observadores”, y recolectar los filtros correspondientes a los mantenimientos de sus cenizómetros (Fig. 7).
E. Telenchana, A. Vásconez
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
El 21 de octubre y el 26 de noviembre de 2022 el volcán Cotopaxi produjo dos caídas de ceniza, la primera restringida en la zona cercana al volcán y la segunda, mucho más amplia afectando incluso a la parte sur de Quito.
La ceniza de ambos eventos fue recolectada por personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) lo más pronto posible después de las caídas y se inició el proceso de preparación de las muestras para su análisis y posterior interpretación. Este es un procedimiento estandarizado en el que se siguen una serie de pasos para asegurar la calidad de los resultados. Aquí les presentamos cómo trabajamos con la ceniza volcánica.
¿Cómo se recolecta la ceniza volcánica?
Tenemos al menos dos posibilidades:
1.- Toma de muestras directamente sobre las superficies afectadas: Lo ideal es recoger la ceniza depositada sobre una superficie previamente limpia. Por ejemplo, sobre un techo limpio, sobre el capó o el parabrisas de un vehículo limpio, u otro. Es importante medir el área de recolección para calcular la carga (masa de ceniza por unidad de área, típicamente expresado en kg/m2 o g/m2). Si el depósito tiene más de 1 mm de espesor, también se puede medir este parámetro (Figura 1).
2.- Toma de muestras en cenizómetros: El personal del IG-EPN ha diseñado recolectores especiales de ceniza llamados cenizómetros (Bernard, 2013). Se han instalado cenizómetros en zonas cercanas a volcanes activos y también en todo el territorio ecuatoriano gracias a la Red de Observadores Volcánicos del Ecuador (ROVE). Estos dispositivos ayudan a la medición (espesor, carga y densidad) y recolección de la caída de ceniza y también se utilizan en otros países como Perú, Colombia, Chile, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. Una vez que cae la ceniza, se mide el espesor (hasta 0,1 mm según el modelo) y se recoge el material. Luego se limpia el cenizómetro y queda listo para una siguiente caída. Estos cenizómetros tienen la gran ventaja de permitir el muestreo de la ceniza (aún en caso de eventos con muy poca ceniza emitida) y proteger la ceniza del viento o la lluvia, de tal manera que la muestra que se obtiene es prácticamente inalterada (Figura 2).
Independientemente del método de recolección, la muestra es sellada en una funda plástica y etiquetada para su posterior análisis. La información clave que debe tener la etiqueta es el nombre del lugar de muestreo con las coordenadas GPS (latitud, longitud y altitud), la fecha de recolección y el área de muestreo. Se puede añadir información sobre la humedad, la masa in situ, indicios de alteración o contaminación de la muestra, etc. (Figura 3).
¿Cómo se analiza la ceniza volcánica?
Secado de las muestras: El primer paso del análisis de la ceniza es secar las muestras en una mufla (horno especial de laboratorio) a una temperatura de 40 a 60 °C por 24 a 48 horas dependiendo de su humedad (Figura 4).
Pesado de las muestras: En el segundo paso se pesa la ceniza seca con una balanza electrónica. Esto permite calcular con precisión la carga de ceniza seca en los diferentes sitios de muestreo y determinar si la caída de ceniza es muy leve (<10 g/m2), leve (10-100 g/m2), moderada (100-1000 g/m2), fuerte (1-10 kg/m2) o muy fuerte (>10 kg/m2). El nivel de impacto de la caída de ceniza sobre la agricultura, la ganadería y las infraestructuras depende en gran medida de la carga. Por ejemplo, una caída muy leve no provoca daños significativos en cultivos como la papa y el maíz, mientras que una caída muy fuerte puede provocar su destrucción total (Figura 5).
Tamizado de las muestras: Este ensayo utiliza tamices con aperturas de diferentes diámetros y tiene dos propósitos. En primer lugar, permite obtener la distribución de tamaño de las partículas desde 45 mm hasta 63 µm (0,063 mm). El IG-EPN completa el análisis granulométrico utilizando un analizador de partículas que mide con un láser el tamaño de las partículas entre 5 mm y 30 nm (0,00003 mm). Así se puede clasificar y determinar si la ceniza puede tener afectación a la salud, ya que cuanto más fina es la ceniza, más profundo ingresa en nuestro sistema respiratorio. En segundo lugar, el tamizado separa la ceniza por tamaño, lo cual es necesario para comprender los dinamismos eruptivos, en particular el grado de fragmentación del magma (Figura 6).
Clasificación de la ceniza: Se selecciona una o más fracciones de un tamaño representativo de la muestra de ceniza para observarlas con un microscopio binocular (Figura 7). Para facilitar el análisis primero se lava las fracciones deseadas en un baño de ultrasonido para que los granos estén perfectamente limpios. El análisis con el microscopio binocular permite identificar los componentes de la ceniza. La ceniza volcánica puede tener material juvenil (el cual representa directamente al magma que está generando la actividad volcánica), material accidental (que proviene típicamente del conducto volcánico y se ha acumulado durante erupciones pasadas), material híbrido (proveniente de la interacción del magma con el sistema hidrotermal del edificio volcánico), entre otros (Figura 8).
Separación de la ceniza: Se escoge bajo el microscopio binocular los granos de material juvenil con el fin de identificar las características del magma que está produciendo la actividad volcánica. El material juvenil tiene un aspecto fresco (sin ningún tipo de alteración), brillo vítreo, es angular y generalmente presenta vesículas (estructuras redondeadas que se forman debido a la presencia de burbujas de gas en el magma; Figura 9).
Análisis textural de la ceniza: Los granos seleccionados se pueden analizar en un microscopio electrónico de barrido (SEM=Scanning Electron Microscope) o, para mayor precisión, pueden ser pegados con una resina especial sobre un soporte que permitirá su análisis en un instrumento llamado microsonda electrónica (EMP= Electron microprobe). Como no existe este tipo de instrumento en el Ecuador, el IG-EPN envía los granos seleccionados al Laboratorio Magmas y Volcanes en Clermont-Ferrand, Francia, donde nuestros colegas y colaboradores preparan las muestras en los soportes, las pulen y las cubren con una capa de carbono para que se pueda realizar el análisis puntual por bombardeo de electrones a la muestra. Este instrumento permite tomar imágenes de altísima resolución de los granos de ceniza analizados y comprobar su carácter juvenil (Figura 10).
Análisis químicos de la ceniza: la microsonda electrónica permite además obtener la composición química del vidrio volcánico y de los minerales de la ceniza. Estos resultados se grafican en diferentes diagramas para clasificar al magma en función de su composición química, y para compararla con composiciones del mismo volcán u otros volcanes de similar comportamiento. Esto permite determinar la naturaleza del magma y aporta a la generación de los escenarios eruptivos (Figura 11).
Condiciones pre-eruptivas del magma: Con las composiciones del vidrio de la matriz y de los minerales se puede aplicar geotermómetros y geobarómetros especializados (Putirka, 2008) que permiten calcular la temperatura y otros parámetros, a los cuales se encontraría el magma en el reservorio o cámara magmática. En este caso las temperaturas calculadas en base a estas composiciones están entre 850 y 1050 °C.
El IG-EPN seguirá recolectando la ceniza proveniente del Cotopaxi con el fin de entender de mejor manera el origen del magma responsable de la actividad volcánica actual y de generar escenarios eruptivos acordes con sus características.
Estos análisis de alta precisión son posibles gracias a la colaboración que el IG-EPN mantiene con el Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo (IRD), el Laboratorio Magmas y Volcanes de Clermont-Ferrand y el Departamento de Geología de la EPN.
Referencias
P. Samaniego, J.L. Devidal, F. Schiavi
Centre national de la recherche scientifique
Institut de Recherche pour le Développement
Laboratoire Magmas et Volcans
Université Clermont – Auvergne
Observatoire de Physique du Globe de Clermont-Ferrand
D. Narváez
Departamento de Geología
Escuela Politécnica Nacional
S. Hidalgo, B. Bernard, A. Vasconez, E. Telenchana, M. Almeida, M. Córdova, M. Encalada, F.J. Vásconez, D. Sierra.
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