Los volcanes activos son observados a través de diversas tecnologías.
Caída de ceniza en varias provincias del Ecuador
Resumen
En horas de la noche del 8 de junio del 2020, el volcán Sangay presentó un evento eruptivo posiblemente relacionado al colapso de frente de lava que baja por el flanco sur oriental del volcán. Asociado a este colapso se habrían generado corrientes de densidad piroclásticas (flujos piroclásticos) que descendieron por el río Volcán (flanco sur este). Las emisiones de ceniza que se generaron durante este evento se trasladaron hacia el sur occidente debido a la dirección y a las altas velocidades del viento. La ceniza arribó a las provincias de Chimborazo, Los Ríos, Guayas, Santa Elena y Morona Santiago, provocando caídas de ceniza que variaron de fuerte a leve.
Recomendaciones generales: no acercarse a las zonas de peligro del volcán Sangay (https://www.igepn.edu.ec/sangay-mapa-de-peligros); en caso de estar en zona de caída de ceniza protegerse con mascarilla y limitar su exposición (más información: http://www.ivhhn.org/es/ash-protection); mantenerse informado de la evolución de la actividad eruptiva en la página web del Instituto Geofísico (https://www.igepn.edu.ec/) y en sus redes sociales (https://twitter.com/IGecuador, https://www.facebook.com/IGEPNecuador); seguir las recomendaciones de las autoridades de gestión de riesgos (SNGRE y GADs).
Con relación a la noticia generada por el trabajo de Hickey y otros, publicado en enero de 2020, el cual está basado en un episodio de deformación ocurrido en noviembre 2015 en el volcán Tungurahua, el Instituto Geofísico aclara que dicho episodio de deformación no se ha vuelto a registrar y que, a partir de los parámetros de monitoreo, el volcán no muestra hoy en día ningún cambio en su actividad ni en su estabilidad. Por tanto:
EL INSTITUTO GEOFÍSICO INFORMA QUE NO EXISTEN EVIDENCIAS PARA LA GENERACIÓN DE UN POTENCIAL COLAPSO DE FLANCO EN EL VOLCÁN TUNGURAHUA.
ADEMÁS, SE HACE UN LLAMADO A LA CALMA Y A VERIFICAR CUALQUIER INFORMACIÓN QUE NO SEA EMITIDA POR LAS FUENTES OFICIALES.
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Actualización de la actividad eruptiva
Resumen
La actividad sísmica posterior a la erupción ocurrida el 12 de enero del 2020 no ha retornado a sus niveles de base (pre-erupción); y por lo contrario se ha incrementado, presentando sismos esporádicos de magnitudes mayores a M 3.0 y pequeños enjambres sísmicos que han ido evolucionando en el tiempo. El sismo más fuerte se registró el 21 de enero de 2020 con una magnitud de 4.2. Adicionalmente, se ha detectado una deformación del suelo de ~ 35 cm, en la zona de emisión de los flujos de lava. La estimación preliminar de los flujos de lava emitidos el 12 de enero del 2020, ubicados al oriente del volcán, indica que cubren un área de aproximadamente 3.8 km2 (Fig.1), valor menor a estimaciones de erupciones circunferenciales previas (2017 y 2005). Hasta el momento de la emisión de este informe no se ha registrado nuevas anomalías térmicas ni de emisiones de gas. En algunas de las erupciones anteriores de los volcanes en las Islas Galápagos (Fernandina 2009, Wolf 2015, Sierra Negra 2018), la ausencia de actividad superficial después de un primer pulso eruptivo puede ser seguida por una segunda fase eruptiva, por lo que no se descarta que algo similar pueda ocurrir en esta ocasión en Fernandina. El IG-EPN continúa la vigilancia volcánica e informará si se observan cambios en la actividad interna o externa del volcán.
Antecedentes
El volcán Fernandina presentó su último proceso eruptivo el 12 de enero del 2020, el cual tuvo una duración de ~ 9 horas y se caracterizó por la apertura de una fisura circunferencial ubicada bajo el borde oriental de la caldera por donde fueron emitidos flujos de lava hacia el flanco oriental. Además, se generó una nube de gases que alcanzó una altura máxima de 3.5 km sobre el nivel del mar, como se detalla en el Informe Especial N°2-2020.
Actualización de la actividad eruptiva
Resumen
El 12 de enero del 2020, poco antes de las 18h10 Tiempo local de Galápagos (TG = UTC - 6 horas o Tiempo del Ecuador - 1 hora), el volcán Fernandina inició su tercera erupción en menos de 3 años. Esta erupción fue precedida por un incremento de la actividad sísmica (Informe Especial N°1). Sobre esta situación se comunicó a la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), alertándoles de que podía sobrevenir una erupción como ocurrió en ocasiones anteriores. La erupción se inició poco antes de las 18h10, desde una fisura circunferencial ubicada bajo el borde oriental de la caldera a una elevación aproximada de 1300-1400 m sobre el nivel del mar, provocando la emisión de flujos de lava en el flanco oriental. También se observó una nube de gas volcánico a una altura aproximada de 1500-2000 m sobre el nivel de la fisura (~3-3,5 km sobre el nivel del mar) y en dirección hacia el occidente-noroccidente. La erupción fue observada por guardaparques del Parque Nacional Galápagos desde la estación del Canal Bolívar. En las últimas horas, el nivel de actividad sísmica, la emisión de gas volcánico y las anomalías térmicas han disminuido significativamente, indicando un descenso rápido de la actividad eruptiva, similar a lo ocurrido en 2017 y 2018. Es importante indicar que en ocasiones anteriores (Fernandina 2009, Wolf 2015, Sierra Negra 2018), una disminución inicial de la actividad inicial ha sido seguida por una segunda fase eruptiva. El IG-EPN continúa la vigilancia volcánica e informará si se observan cambios en la actividad interna o externa del volcán.
Nueva erupción en el volcán Fernandina
Resumen
El volcán Fernandina, ubicado en la provincia de Galápagos a 90 km al NW de Puerto Villamil y 140 km al WNW de Puerto Ayora, presentó una nueva agitación sísmica y subsecuente erupción hoy 12 de enero del 2020, alrededor de las 18:00 y 18:10 tiempo local de Galápagos (tiempo del Ecuador continental -1 h). Después del evento sísmico de magnitud 4.7 M ocurrido a las 16:42, se registraron 29 eventos localizados cuya magnitud se mantenía inferior a 3.1. La última erupción de este volcán ocurrió hace 19 meses (16-18 de junio 2018). La actividad eruptiva se localiza al este de la Isla Fernandina a lo largo de una fisura circunferential, como se muestra en las figuras 1 y 2. El IGEPN continúa la vigilancia volcánica e informará si se observan cambios en la actividad interna o externa del volcán.
Antecedentes
Fernandina (0.37°S, 91.55°W, 1476 m), también llamado Cerro la Cumbre, es un gran volcán escudo con caldera somital (6,5 km NW-SE, 4,8 km NE-SW, 900 m de profundidad) de composición basáltica que construyó la isla Fernandina (34 km NW-SE, 30 km NE-SW) en el extremo occidental del archipiélago de Galápagos.
MFN
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Durante la semana del 09 al 13 de diciembre del 2019, se realizaron trabajos de medición de gases y muestreo de aguas en los campos fumarólicos y fuentes termales de: El Hondón, Aguas Hediondas y Lagunas Verdes, y otros campos como: Artezón, Potrerillos, Monte Lodo, Tablones, La Virgen, La Ecuatoriana (La Juliana) y Aguas Negras. Estas últimas fuentes no presentaron cambios en sus parámetros físico químicos.
Para el presente reporte se tomará en cuenta únicamente las 3 fuentes termales que han mostrado un comportamiento inusual estos últimos meses. Además de ser las fuentes en las cuales se pueden realizar la mayor cantidad de técnicas de vigilancia, en cuanto a fluidos respecta (p.e., gas y agua).
El Sierra Negra es un volcán localizado en la Isla Isabela unos 23 km al NW de Puerto Villamil (Figura 1). Tiene una edad aproximada de 535 mil años, está dominado por un volcanismo basáltico (poca sílice, alto contenido de Mg, Fe y Ca). El edificio está construido principalmente por la acumulación de flujos de lava (AA y Pahoehoe). Se caracteriza por episodios eruptivos con erupciones de tipo fisural (circunferencial y radial) con conos satélites (salpicadura o escoria).
El Sierra Negra ha presentado 7 erupciones en los últimos 70 años, siendo las últimas las que ocurrieron en: 1979, 2005 y 2018. La erupción del 26 de junio de 2018 estuvo precedida por casi un año de persistente agitación, misma que estuvo caracterizada por el incremento en la sismicidad (magnitud y cantidad de eventos) y deformación (más de cinco metros de levantamiento desde la erupción de 2005). Finalmente una erupción de tipo fisural ocurrió en el borde externo de la caldera, hacia el norte y noroccidente. Esta erupción estuvo caracterizada por la emisión de flujos de lava, a través de hasta 5 fisuras, de las cuales la fisura 4 fue la más activa (Fig. 1). Esta erupción arrojó un aproximado de 189 ± 94 millones de metros cúbicos cubrió un área de aproximadamente 30.6 millones de metros cuadrados en un período de tiempo de 58 días de erupción (Vasconez et al., 2018). Actualmente, el volcán ha retornado a sus niveles de base en cuanto a sismicidad, sin embargo, se registra un nuevo proceso de inflación, lo cual sugiere el ingreso de nuevo magma (roca fundida a altas temperaturas) a su reservorio.
Actualización de la actividad eruptiva
Resumen
El volcán Sangay continúa con su actual fase eruptiva iniciada el 7 de Mayo de 2019 (un total de 211 días hasta la publicación de este informe). Gracias a la vigilancia sismo-acústica, se evidencia que la actividad interna es dominada por señales de movimientos de fluidos y explosiones. Durante el último mes se ha notado una pequeña deformación del volcán, probablemente debido al ingreso de nuevo magma en profundidad. Al nivel superficial se mantiene la actividad semi-continua desde dos centros eruptivos: el cráter Central y el vento Ñuñurco (suroriental). El cráter Central presenta actividad explosiva que genera pequeñas nubes de gas y ceniza. En el último mes las emisiones alcanzaron 2 km de altura sobre el cráter y se dirigieron frecuentemente hacia el nororiente con una alta variabilidad ocasionando pequeñas caídas de ceniza en las provincias de Chimborazo, Morona Santiago y Azuay. Por otro lado, el vento Ñuñurco presenta actividad efusiva que resulta en una emisión casi continua de flujos de lava que se depositan a lo largo del flanco suroriental del Sangay. En los márgenes de los flujos de lava ocurren pequeños desprendimientos de rocas (flujos piroclásticos) que alcanzan la cuenca y cauce superior del Río Volcán. Estos depósitos causan pequeños represamientos temporales de agua en el río Volcán, los cuales son removilizados por lluvias formando flujos de lodo y escombros (lahares). La acumulación de sedimentos volcánicos en este río, que aguas abajo se une al río Upano, ha sido persistente durante los últimos meses (ver Informe Especial N°5). Últimamente, los depósitos de lahares llegaron a la confluencia con el río Upano, represándolo de manera parcial.
En base a los parámetros de vigilancia se evidencia que el proceso eruptivo continua sin presentar una clara tendencia al aumento o a la disminución. En consecuencia, se estima que el escenario más probable a corto plazo es que la actividad se mantenga con los mismos fenómenos observados hasta la fecha de publicación de este informe. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de una variación repentina en la actividad del volcán. El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional se mantiene atento al proceso eruptivo actual del volcán Sangay e informará oportunamente de darse alguna variación en su comportamiento.
Recomendaciones generales
No acercarse a las zonas de peligro del volcán Sangay; en caso de estar en zona de caída de ceniza protegerse con mascarilla, gafas de protección y limitar su exposición (más información: http://www.ivhhn.org/es/ash-protection); mantenerse informado de la evolución de la actividad eruptiva en la página web del Instituto Geofísico y en sus redes sociales Twitter, Facebook; seguir las recomendaciones de las autoridades de gestión de riesgos (SNGRE y GADs).
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