Pocos días después de la ocurrencia del devastador terremoto de magnitud 7.8 el pasado 16 de abril de 2016, equipos conformados por ingenieros del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN), el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD, por sus siglas en francés) y el Instituto Geofísico de Perú (IGP) instalaron nuevos equipos GPS de alta precisión en la zona costera ecuatoriana para registrar los movimientos del terreno post-sísmicos.
Estas medidas complementan la red geodésica ya existente de estaciones permanentes GPS, las cuales registraron movimientos de hasta 70 cm de desplazamiento hacía al sur en la superficie, en zonas ubicadas al sur del epicentro (al nor-occidente de Pedernales) desde el recinto Punta Prieta hasta Canoa.
Se colocaron 12 estaciones GPS en sitios como Viche, Cojimíes, Mache, Jama, Punta Prieta, Muisne, San Isidro, Bocana de Búa, entre otros. Se prevé que con las medidas registradas por estas nuevas estaciones se entenderán mejor los desplazamientos posteriores al terremoto y particularmente saber cuándo esta zona empieza a retomar su rumbo habitual (el cual es en dirección nor-este). Esto es causado por la deriva perpetua asociada al empuje de la placa de Nazca hacia el continente. Sin embargo, este proceso de cambio de rumbo pueda durar varios meses y los desplazamientos actuales están en el orden de milímetros por semana.
Por otro lado, entre personal del IGEPN y del Instituto Geográfico Militar (IGM) se realizaron medidas en varios puntos de GPS de campo ya existentes en zonas cercanas a Manta y Esmeraldas.
PM, PJ
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Escuela Politécnica Nacional