MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
Cerca de 600.000 haitianos permanecen en campos de desplazados en la actualidad y aún no se ha retirado ni el 25% de los escombros provocados por el terremoto de hace dos años, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Así lo comunicó este lunes Misiones Salesianas, con motivo del segundo aniversario del seísmo que el 12 de enero de 2010 asoló el país caribeño.
Más del 80% de la población haitiana vivía en la pobreza antes del terremoto y la mitad no sabía leer ni escribir, recordaron los misioneros, para quienes Haití no es un país destrozado por el terremoto de enero, sino un país expoliado desde mucho antes. Sin embargo, se trata de un pueblo fuerte y el terremoto nos da la oportunidad de hacer un país mejor, agregan.
Como dato positivo señalaron que más de 23.000 niños y jóvenes y unos 1.200 profesores ya han vuelto a las aulas en los centros educativos salesianos de Haití.
Por ejemplo, más de 850 niños van a la escuela de Cap Haitien, otros 145 jóvenes estudian en la escuela agrícola, 120 alumnos aprenden distintos oficios, como albañilería, carpintería o enfermería en Fort Liberté, y más de 1.000 niños y jóvenes podrán formarse en el centro de Gressier, que el pasado mes de octubre visitó la reina doña Sofía.
(SERVIMEDIA)
09-ENE-12
AGQ/caa
MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
Cruz Roja Española ha alertado de que las necesidades en Haití dos años después del terremoto que azotó el país son "enormes" y han advertido de que la única manera de mejorar las comunidades a largo plazo es mediante proyectos de reconstrucción y desarrollo planificados de manera participativa con los propios haitianos.
En este sentido, la institución ha remarcado que el contexto humanitario en Haití sigue siendo "muy complejo" y que, a pesar de los avances, las necesidades de la población haitiana continúan siendo "muy grandes". Por ello, Cruz Roja Española mantiene abierta su campaña de recaudación de fondos a través del 902 22 22 92 y de la página web www.cruzroja.es por medio de la cual recaudó 48,7 millones de euros, de los que ya ha invertido más de la mitad.
Según ha señalado la organización, la "larga" fase de ayuda humanitaria ha dado paso a una etapa de reconstrucción y desarrollo "que sentará las bases de un futuro mejor para las familias afectadas". Así, ha indicado que ya han entregado 3.100 alojamientos progresivos que han proporcionado una vivienda segura a más de 16.500 personas y que tienen prevista la realización de 4.500 viviendas, lo que ha generado "cientos de puestos de trabajo".
Además, han comenzado con la construcción de servicios de agua y saneamiento, que está previsto que finalicen a lo largo de 2012 pues, según ha recordado la jefa de la delegación de Cruz Roja Española en Haití, Bárbara Vallés, el alojamiento "no se limita solamente a construir unos cimientos y unas paredes" sino que también se compone de otros elementos como el acceso al agua potable y el saneamiento, así como oportunidades de educación y empleo o medios de subsistencia".
Asimismo, ha destacado que más de mil familias han recibido semillas y aperos de labranza y formación en técnicas sostenibles de producción agropecuaria y que están trabajando en la reconstrucción de 16 escuelas y un centro de salud.
"Todos los proyectos de reconstrucción y desarrollo que realiza Cruz Roja Española se han identificado de manera participativa y detallada con las familias, lo que nos está permitiendo ajustarnos mejor a sus necesidades y capacidades e iniciar en 2012 proyectos de generación de ingresos, de preparación para desastres, de cuidado de la salud y promoción de higiene", ha apuntado la delegada de desarrollo, Alicia de Oliva.
Igualmente, Cruz Roja Española ha destacado que se han distribuido más de 375 millones de litros de agua desde enero de 2010 a septiembre 2011, se han instalado más de 650 letrinas, duchas y lavamanos que han beneficiado a más de 80.000 personas, al tiempo que se han promovido actividades de higiene para más de 223.000 haitianos y talleres de preparación para desastres para más de 4.000 familias.
PUERTO PRINCIPE (AP) — Días después del devastador terremoto de 2010 que mató a su hijita y destruyó su vivienda, Meristin Florival y su familia extendieron una lona en una colina de la capital haitiana y se instalaron a vivir en ese lugar. De allí no se han movido.
A pocos kilómetros, Jean Rony Alexis se mudó del campamento donde estuvo varios meses después del terremoto a una choza precaria que construyó la Cruz Roja, pero no está mucho mejor. El alquiler se duplicó y no tiene agua corriente ni trabajo.
"No veo ningún beneficio", expresó Alexis, un vendedor callejero, que ahora vive en una choza donde retumba el ruido de un bar vecino, el "Frustration Bar".
Florival y Alexis figuran entre los cientos de miles de haitianos cuyas vidas apenas si han mejorado desde el terremoto, a pesar de la llegada de una cantidad sin precedentes de ayuda del exterior.
El secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-mun, el ex presidente estadounidense Bill Clinton y otros prometieron "construir una Haití mejor" que la anterior. Sin embargo, muchos haitianos no perciben mejoría alguna en su situación, no obstante una inversión de 2.380 millones de dólares en la reconstrucción.
Inicialmente se anunciaron grandes planes y se dijo que de los escombros surgiría una ciudad moderna que daría mejores condiciones de vida a sus 3 millones de habitantes, pero ahora el gobierno parece estar enfocándose en las cosas básicas, abordando proyectos que buscan crear viviendas para los desplazados en sus viejos barrios, renovar la infraestructura y encontrarle trabajo a la gente a través de amigos.
Las razones del lento progreso son varias. En Haití, uno de los países más pobres del mundo, a menudo no está claro quiénes son los propietarios de las tierras y esto genera trabas burocráticas. También hubo un impasse político que duró más de un año y que todavía afecta la toma de decisiones.
Luego del terremoto hubo elecciones que fueron cuestionadas y generaron disturbios. Puerto Príncipe estuvo paralizada tres días y el aeropuerto internacional fue cerrado.
Incluso después de resuelto el asunto y de que Michel Martelly asumió la presidencia en mayo de 2011 hubo nuevos problemas. Martelly, un astro de la música pop sin experiencia política, se tomó seis meses para designar un primer ministro encargado de supervisar la reconstrucción. Irritó a la oposición cuando su gobierno detuvo a un diputado sin seguir los procedimientos legales y también al nombrar un primer ministro sin consultarles. Respondieron obstruyendo todos sus movimientos.
Durante seis meses Martelly gobernó con ministros del antiguo gobierno. "Se creó una situación en la que era difícil hacer cosas", comentó el nuevo ministro de relaciones exteriores Laurent Lamothe a la Associated Press.
Otra víctima del impasse fue el grupo de trabajo encabezado por Clinton, enviado especial de las Naciones Unidas, pues los legisladores se negaron a renovar su mandato, aduciendo que había pocos haitianos. Hay quienes creen que esa fue una excusa y que el objetivo era perjudicar a Martelly. Así, durante seis meses no hubo organismo alguno que coordinase la construcción de viviendas.
Mientras tanto, no era inusual encontrar empleados del estado durmiendo en sus escritorios, a la espera de órdenes que nunca llegaban.
El gobierno y organismos internacionales dicen que ha habido algunos progresos, como la construcción de 600 aulas que reciben 60.000 estudiantes, la limpieza de casi 10 millones de metros cúbicos de escombros y la pavimentación de calles y carreteras.
Pero los campamentos, el símbolo más visible del terremoto, siguen presentes en las laderas de las colinas que rodean la capital o encerrados entre los callejones de la ciudad
El 12 de enero de 2010 Haití fue estremecida por un terremoto como jamás habían visto y se habla de más de 300.000 muertos. Nadie pensó que dos años después, la capital siguiese en ruinas. Los campamentos de refugiados dieron lugar a verdaderos barrios marginales.
Luego de la emergencia inicial, en que se dio prioridad a alimentos y medicina, la principal necesidad fue dar vivienda a 1,5 millones de personas que se quedaron sin techo. Más de 400.000 edificios fueron destruidos total o parcialmente por el terremoto de magnitud 7,0. Ya pasaron dos años y la escasez de viviendas sigue siendo el mayor problema.
Más de 550.000 personas aún viven en campamentos lúgubres y densamente poblados, y muchos de los que se fueron de esos sitios, desalojados o porque consiguieron una vivienda, dicen que su situación apenas si mejoró, y en algunos casos empeoró.
Hay quienes dicen que la escasez de viviendas refleja las fallas generales de la reconstrucción.
"Ciertamente no creo que (la reconstrucción) haya sido un éxito", declaró Alex Dupuy, profesor de psicología haitiano que enseña en la Wesleyan University de Connecticut, Estados Unidos. "Se instaló un gobierno, pero no veo ningún otro indicio de recuperación".
En el primer año luego del terremoto, el gobierno no creó un organismo encargado de construir viviendas ni elaboró una política habitacional clara. Mientras tanto, los campamentos de refugiados se llenaban porque la ayuda internacional hacía llegar cosas que el gobierno no suministraba: agua, electricidad e inodoros.
Ninguno de los 10 proyectos que cuentan con mejor financiación se enfoca exclusivamente en la vivienda. En la iniciativa más publicitada, el ejército estadounidense y el actor Sean Penn llevaron 5.000 personas a un terreno en Corail-Cesselesse, al norte de la capital, donde se iba a construir la primera comunidad planificada del país, con fábricas y viviendas para 300.000 personas.
El proyecto nunca se realizó.
Hoy, los habitantes de Corail-Cesselesse soportan constantes inundaciones y cocinan al calor del sol en precarias viviendas. Viven lejos de los sitios donde trabajaban y dicen sentirse abandonados.
"Es como si no hubiese un gobierno", manifestó Stanley Xavier, un hombre de 30 años que anteriormente conducía y taxi y que hoy no tiene trabajo. "Cuando nos sacaron del club de golf donde estábamos, hicieron muchas promesas".
"Dijeron que nos darían trabajo", acotó su vecina Jocelin Belzince, de 39 años. afirmó seguidamente que se ha tenido que convertir en una extorsionista y que le cobra 250 dólares a la gente por un terreno que no es de su propiedad.
"Lo hacemos para sobrevivir. Tengo que alimentar a mis hijos", agregó con una sonrisa. "Mucha gente está haciendo lo mismo".
El nuevo gobierno de Martelly comenzó a construir dos complejos de viviendas: 400 casas en la bahía y otras 3.000 al pie de una montaña deforestada. El canciller Lamothe dijo que 40 millones de ayuda ofrecidos por Venezuela serán empleados para desarrollar la ciudad costera sureña de Jacmel, para tratar de descongestionar la capital.
La estrategia actual del gobierno parece ser que los sobrevivientes vuelvan a sus viejos barrios, incluidos sectores marginales. Ello permite obviar el tema de la propiedad de las tierras y ubica a la gente cerca de sus viejos amigos, que pueden ayudarlos a conseguir trabajo.
En un proyecto llamado "6/16", los residentes de seis campamentos están siendo instalados en 16 barrios a ser desarrollados. Varios miles de personas ya dejaron las carpas.
El plan abarca al 5% de la población desplazada, pero las autoridades dicen que se un programa piloto que puede ser repetido en otros sitios.
La gente le puede pagar al propietario de la vivienda un alquiler anual subsidiado de 500 dólares o aceptar dinero para construir o reconstruir su vivienda. También reciben 150 dólares para la mudanza.
"Seguir en las carpas dos años después del terremoto está descartado", afirmó Nicole Widdersheim, de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos.
"6/16" cuenta con 125 millones de dólares aportados por el Banco Mundial y el Fondo para la Reconstrucción de Haití, que administra el BM.
Muchas personas que vivían en tiendas se mudaron a viejos departamentos el barrio pobre de Jalousie, donde parece estar surgiendo un sentido de comunidad.
Marise Nelson, una mujer con un hijo y que espera otro, recibió 500 dólares de un fondo de asistencia para el alquiler de un año y dice que no extraña para nada el campamento donde vivió dos años.
"No podías encontrar comida. No había agua", declaró el ama de casa de 26 años.
Dice que le gustan su vivienda de un dormitorio, los vecinos, el pozo de agua y las pequeñas tiendas de ropa.
"La gran diferencia es que puedo mantener limpia mi casa", expresó mientras cocinaba arroz y vigilaba a su hija.
Meristin Florival quisiera poder decir lo mismo. En cambio, debe soportar vecinos que usan bolsas de plástico para sus necesidades biológicas y luego las tiran a los techos de los vecinos.
Alexis y su esposa, Darlene Claircin, se sienten complacidos de contar con un techo y una habitación con una mesa y una cama, pero aseguran que su vida no es mejor que en las carpas.
"Es lo mismo", declaró Alexis. "Sufría allí y sufro aquí".
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04 de enero de 2012
Desde el día 27 de diciembre se ha registrado una nueva disminución en todos los parámetros de la actividad del volcán. Hasta la madrugada del 26 de diciembre se recibieron reportes de caída de ceniza en poblaciones ubicadas al sur occidente del Tungurahua. En los ultimos días, se ha observado la presencia de columnas de emisión de vapor de agua y gases, con alturas menores a los 500 metros sobre el nivel del cráter y dirección de movimiento hacia el occidente.
Actividad superficial observada en el volcán Tungurahua en la mañana del martes 3 de enero de 2012. Fuente: P. Mothes - IG/EPN
LT
11:30 (tiempo local)
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
27 de diciembre de 2011
Con el nuevo evento eruptivo del volcán Tungurahua, iniciado en la mañana del 22 de diciembre, se tiene como prinicipal resultado la afectación por una importante caída de ceniza en poblaciones ubicadas al sur-oeste del volcán, como El Manzano, Choglontús, Cahuají, Puela, Guanando, entre otras. Personal del IGEPN realizó un reconcocimiento de campo determinando que en dichas zonas existió una caída que generó una acumulación de ceniza de 2 a 4 mm de espesor. Esto ha provocado que el sector agrícola y ganadero de las poblaciones mencionadas se encuentre totalmente afectada.
Plantas de maíz en las que se observa depositación de ceniza en sus hojas. Sector de Choglontús, sur-oeste del volcán Tungurahua. Fuente: L. Troncoso - IGEPN
En las últimas horas la actividad del volcán ha experimentado un nuevo descensó, caracterizado por la generación de columnas de emisión poco energéticas de vapor de agua con bajo contenido de ceniza. Parámetros como la actividad sísmica, deformación, emisión de gases de carácter magmático también ha disminuído de manera importante con respecto a lo registrado en la semana anterior.
LT/JB
22:30 (tiempo local)
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
23 de diciembre de 2011
Luego del incremento en la actividad sísmica y en las manifestaciones superficiales registradas el día de ayer, 22 de diciembre, el volcán mantiene un nivel de actividad considerado como moderado y caracterizado por la constante emisión de gases y ceniza. La cantidad de ceniza que emite el volcán, al momento, es moderada y los vientos la han dispersado en dirección sur-oeste. Las zonas afectadas por la ceniza se limitan a las zonas cercanas al volcán, y se han recibido reportes de caída de este material en El Manzano, Choglontus y Chacauco.
En la noche de ayer se observó la salida de bloques incandescente que alcanzaban unos 500 m de altura y luego descendían igualmente unos 500 m bajo el nivel del cráter. Durante la madrugada se escucharon bramidos moderados.
MS/LT
17:00 (tiempo local)
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
Quito, 22 de diciembre de 2011
El día de hoy, jueves 22 de diciembre, desde las 08h30 (TL) se han empezado a registrar nuevamente explosiones en el volcán Tungurahua. Las primeras tres fueron de tamaño pequeño a moderado y generaron columnas de emisión de menos de 500 metros de altura cargadas de ceniza que se dirigieron hacia el occidente. A las 12h12 (TL) una explosión más energética generó dos flujos piroclásticos que descendieron por las quebradas Achupashal y de la Hacienda, ubicadas en el flanco occidental, tuvieron un recorrido máximo de 2000 m bajo el nivel del cráter, sin llegar a zonas cultivadas o habitadas. Esta explosión ha originado también una columna alta de ceniza y gases que ha alcanzado unos 4 km de altura sobre el volcán y está siendo transportada por los vientos especialmente hacia el nororiente. Los habitantes de la zona occidental y norte de los flancos del volcán han reportado la presencia de ceniza gruesa, del tamaño de granos de azúcar, como resultado de esta explosión. A partir de esta explosión la emisión de ceniza y gases se mantiene constante, lo que muestra que el conducto volcánico se encuentra abierto.
Fotografía en la que se observa el descenso de un flujo piroclástico por la quebrada Achupashal durante la mañana de hoy, 22 de diciembre. Nótese el recuadro en rojo Fuente: M. Eras, IGEPN
Estas explosiones se registran luego de dos semanas de tranquilidad, ya que el volcán Tungurahua en su último episodio iniciado el 27 de noviembre de 2011 mantuvo un nivel de actividad considerado como moderado a alto hasta el 9 de diciembre, fecha a partir de la cual las emisiones y explosiones cesaron. Sin embargo en este período de calma superficial, se continuaba registrando actividad sísmica asociada con movimiento de fluidos a nivel interno y, en menor grado, de presurización y fractura de rocas, como fue informado en nuestro boletín especial No 18.
Ante este nuevo episodio de actividad el Instituto Geofísico se mantiene atento a su evolución y con todos sus sistemas de monitoreo activos para informar oportunamente a las autoridades y comunidad en general sobre los cambios que se puedan dar en la actividad. Las autoridades han sido ya debidamente informadas para que también mantengan su atención frente a la evolución de este fenómeno.
13:30 (tiempo local)
HY/PR/JB/SV/LT
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