El arco ecuatoriano está formado por 77 centros volcánicos emplazados en una franja de aproximadamente 300 kilómetros de longitud, lo que lo convierte en una de las zonas de mayor densidad volcánica en América del sur. Gracias al estudio de sus depósitos, se conoce que 24 de estos volcanes han presentado algún tipo de actividad eruptiva en el Holoceno (últimos ~12 mil años), por lo que son catalogados como volcanes activos y potencialmente activos. El área central del arco (entre el Sur de Quito y Latacunga) es de especial interés por estar situada en una zona altamente poblada, cuenta con un alto número de volcanes y su historia eruptiva es muy poco conocida; lo cual se traduce en un incremento de la vulnerabilidad ante una posible actividad eruptiva.