El Comercio - Comunicación IG
La construcción de infraestructura pública y viviendas en sitios de alto riesgo, junto a la fuerte temporada invernal que afecta el Litoral ecuatoriano, causa estragos. En el cantón Quinindé, Esmeraldas, la tierra cedió por las fuertes lluvias y se llevó al fondo de una quebrada parte del centro “Lucerito del Saber”. Allí son atendidos los niños que tienen algún tipo de discapacidad.
El fin de semana pasado, cuando se produjo el deslizamiento de tierra, no había alumnos en el lugar. Los vecinos del sector tuvieron que ingresar a la quebrada para rescatar los objetos que fueron tragados por la tierra.
“Había juguetes, mangueras, cartones, sillas y mesas hundidas en el lodo”, dijo José Samisterra, una de las seis personas que ayudaron a limpiar el lugar. El centro fue cerrado temporalmente, pues el riesgo de nuevos derrumbes persiste.
Parte del techo del local más afectado está colgando de una viga de hierro retorcida y los pisos y paredes tienen rajaduras. El centro está en el sector Luz de América, al sur de Quinindé.
Este es uno de los 22 barrios (hay 47 en total) que fueron declarados como de alto riesgo ante desastres por el Comité de Operaciones Emergentes (COE) del cantón. Se levantaron en laderas y en las orillas de los ríos Blanco y Quinindé. Los afluentes rodean el casco central de la ciudad y durante el invierno se desbordan. Allí viven 700 familias “en situación de extremo riesgo”.
Dolores Villegas, secretaria del COE, explicó que la vulnerabilidad aumenta porque, a diferencia de otras ciudades, Quinindé se levantó sobre tierra arenosa e inestable. “Cualquier lluvia, así sea pequeña, produce daños importantes”.
A esto hay que agregar que la intensidad de las lluvias -aunque no la cantidad- ha aumentado en los últimos años, como producto del Cambio Climático provocado por la actividad humana industrial y doméstica, según se desprende de estudios desarrollados por el Instituto Ecuatoriano de Metereología e Hidrología.
Los pobladores se han acostumbrado a vivir anegados. Caminan descalzos sobre las calles inundadas, nadan en los sitios donde se acumula el agua y dicen que no les estorba llevar la ropa mojada. “Qué más podemos hacer. No tenemos a dónde ir y mientras no nos pase nada grave debemos aguantar”, señala Yajaira Maldonado, pobladora del barrio El Carbonerito.
El COE evaluó el problema y definió un plan de acción para el invierno. Entre las principales necesidades identificadas está la construcción de 20 muros de gaviones, uno de hormigón armado y tres ductos. El costo aproximado de las obras sería de USD 5,5 millones y se levantarían en barrios como 16 de Enero, 2 de Marzo y Lomas 2.
En este último sector un joven falleció la madrugada del domingo. A las 01:30 se desprendió parte de una ladera y tumbó la pared de la habitación donde dormía, ya que su casa estaba construida sobre una quebrada. Los cinco familiares con los que vivía dejaron la vivienda y se trasladaron a la de un vecino por seguridad.
Se llevaron las pocas pertenencias personales que tenían. Solo quedó la cama destrozada donde falleció el joven y una vieja mesa de madera con sus cuadernos y libros del colegio.
En el sector, otras 17 familias deben ser reubicadas. El COE solicitó al Ministerio de la Vivienda que designara los recursos para la construcción los hogares. Para ayer tarde estaba previsto que un equipo de la Secretaría Nacional de Riesgos llegara para evaluar la situación.
También es necesaria la rehabilitación de 83 caminos vecinales que están en malas condiciones. Estos solo pueden ser transitados en lomo de caballo o con vehículos de doble transmisión.
Los baches que hay en las calles de tierra, piedra y lastre son cráteres. 435 comunidades utilizan estos caminos y los habitantes están afectados.
En Quinindé, entre el 2008 y el 2010, hubo 638 familias afectadas directa e indirectamente por el invierno. En este año ya se han registrado ocho. Cuatro de ellas han perdido sus viviendas.
El Municipio habilitó dos albergues para ayudarlos, pero los evacuados se niegan a dejar el barrio donde han vivido durante 30 años.
Un día como hoy, hace 105 años, un sismo de magnitud 8,8 (según el Servicio Geológico de Estados Unidos, USGS), golpeó a la ciudad de Esmeraldas y a otras ciudades del Litoral y, minutos más tarde, generó un tsunami que arrasó numerosas poblaciones costeras de Ecuador y Colombia. Dicho terremoto ocurrió a las 10h36 del 31 de enero de 1906, de acuerdo con el Centennial Earthquake Catalog (Engdahl y Villaseñor, 2002), y tuvo su epicentro en la zona de subducción de la placa Nazca bajo la placa Sudamericana, en el Océano Pacífico, frente a las costas esmeraldeñas.
Si bien las precarias comunicaciones de la época no permitieron contar con un reporte real sobre la cantidad de víctimas y daños materiales, según el USGS, de 1 000 a 1 500 personas fallecieron por el sismo y sobre todo por el tsunami, que llevó en media hora olas de hasta 5 metros a las playas de las poblaciones fronterizas entre Ecuador y Colombia. Estas olas también arribaron de minutos a horas más tarde a playas más distantes hacia el sur de Ecuador. La cifra de muertos hubiera podido ser muchos más alta, de no ser porque el tsunami se produjo durante la marea baja y porque en esa época la zona afectada estaba escasamente poblada.
Los daños provocados por el terremoto fueron reseñados por los periódicos de la época, según una recopilación hecha por José Egred. El Tiempo, de Quito, informaba el 4 de febrero de 1906, que desde Tumaco, Colombia, cerca de la frontera con Ecuador, había llegado la noticia de que “Hundiéronse Boca Grande y Las Varas. El punto denominado Tierra Firme cambió de sitio.” En Pichangal, Esmeraldas, continuaba el matutino quiteño, cayeron muchas casas. “El cable [telegráfico] de norte y sur se encuentra interrumpido; cuatro vapores salieron para repararlo en el Pacífico”. El diario El Manabita, por su parte, informaba el 9 de febrero de 1906: “Por pasajeros llegados en el vapor Quito sábese que la población de Esmeraldas ha sufrido la destrucción de 30 casas y 15 en Limones por consecuencia de los últimos temblores. En Tumaco dizque fue un verdadero terremoto, donde perecieron como 600 personas. Los temblores continuaron hasta el 6 del presente […] Cabo Manglares, Boca Grande, Trujillo, Boquerones y Huecada [en Colombia] han sido barridos por el mar.” También el periódico El Grito del Pueblo aportó datos: “El temblor del 31 ha sido de horrorosas consecuencias en estas costas [de Ecuador y Colombia]. El agua en ola azotó furiosamente las riveras de los ríos. El movimiento del mar que llevó las aguas sobre los altos árboles destruyó centenares de vidas. Fue precedido por un rumor hondo y profundo y el suelo quedó literalmente cubierto de peces y aves. En el río Telembí han sucumbido 52 familias […] El mar no ha vuelto a normalizarse.” (28 de febrero de 1906).
Este sistema provee soluciones tecnológicas avanzadas e integrales mediante el diseño, instalación, integración, operación y mantenimiento de telecomunicaciones. A esto se sumó el esfuerzo para lograr la integración de los servicios de la red de voz e informática de todas las Unidades Provinciales de Gestión de Riesgos de la SNGR, mediante servicios y equipamientos que permitan plasmar una red convergente que transporte datos, voz y videos para su operación normal y para casos de emergencias. Esta red integra servicios tecnológicos, como correo electrónico, acceso a sistemas de información y comunicación convencional, resguardando la integridad y seguridad de la información.
Con esta actualización, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos se ubica a la vanguardia de la tecnología.
Por Antena3.com
El volcán Shinmoedake, en el sur de Japón, continúa expulsando lava y cenizas desde que ayer tuviera una pequeña erupción que provocó columnas de humo de hasta un kilómetro y medio de altura en algunos puntos, además de cubrir de ceniza varias localidades colindantes.
Los vecinos de algunos pueblos de las inmediaciones del volcán están en alerta. La humareda está provocando muchas dificultades en las carreteras cercanas, por la disminución de visibilidad. El servicio de ferrocarril ha sido suspendido y también se han anulado varios vuelos en el área. Afortunadamente, no hay noticia de muertos o heridos a consecuencia de la erupción.
Mire un video de esta erupción en Erupción del volcán japones
Por AltertNet – Traducción del inglés: G. Merino/IG-EPN
BHUJ, India - Cuando el suelo se sacudió en el estado de Gujarat, corazón industrial de la India, una soleada mañana una década atrás, destruyendo casas y matando a miles de personas, las autoridades realizaron un gran esfuerzo para la reconstrucción.
Exactamente diez años después, mientras Gujarat se desarrolla dentro de un modelo de progreso industrial en India, miles de víctimas de ese terremoto continúan recuperándose en frágiles covachas de madera y zinc, sin compensaciones y con poca comida y agua.
El terremoto de 7,9 grados golpeó durante la fiesta de celebración del 51 aniversario de la Independencia de India, el 26 de enero de 2001. Hacia las 9 de la mañana, mientras los niños corrían para izar la bandera hindú, el suelo en Gujarat se movió matando a alrededor de 14 mil personas, hiriendo a más de 150 mil y dejando a millones sin casa. El sismo casi arrasó con cuatro de los mayores pueblos incluyendo Bhuj y Anjar en la región de Kutch, estado de Gujarat, en la frontera con Pakistán.
A lo largo de Kutch, grupos de refugios temporales donde la vida es una increíble lista de calamidades dan testimonio de la inacabada tarea de recuperación, a pesar de los más que aceptables esfuerzos de las autoridades, quienes calcularon en 6,9 la magnitud del movimiento, pordebajo de los 7,9 grados que le dio el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Al igual que para las otras víctimas, las ofertas de reconstrucción del gobierno suenan falsas para Pushpa Jaysih, de 80 años.
“Tengo que ir por los alrededores con un cuenco vacío a rogar por agua”, dice a Reuters Jaysih, quien perdió a su hija y a su casa en Anjar, en su frágil covacha que originalmente debía tener una vida útil de máximo dos años pero que se ha convertido en una casa permanente para ella.
“Nadie viene aquí para ver cómo estamos viviendo… Únicamente durante las elecciones ellos prometen ayudar, pero nunca lo hacen”, dice Jaysih, quien trabaja cosiendo terminados para vestidos.
Pobres ignorados
Los socorristas hablan de miles de sobrevivientes del terremoto –la mayoría de los cuales se encuentran por debajo de la línea de pobreza urbana- que han sido excluidos de los altamente promocionados planes de rehabilitación y reconstrucción.
“El terremoto de Gujarat afectó a los sectores medios de la sociedad, especialmente a aquellos que vivían en casas más viejas”, decía un reporte del Comité de Emergencias por Desastres, radicado en Reino Unido, después del sismo.
“Hubo efectos sobre todos, pero los pobres son siempre más vulnerables cuando se trata de conseguir ayuda, en tanto que las clases medias tienen un buen acceso a los medios para su recuperación.”
El gobierno de Gujarat y las agencias de ayuda fueron reconocidos por su respuesta y las autoridades pusieron en marcha un muy aplaudido plan de rehabilitación. Sin embargo, aún existen muchos lugares a lo largo de la últimamente muy seca región de Kutch –tanto urbanos como rurales- donde los sobrevivientes permanecen desesperanzados sin forma de recuperarse, en medio de la apatía del gobierno.
Pocos tienen acceso a agua limpia. La mayoría hace sus necesidades al aire libre. Y muchos luchan para conseguir dos comidas al día para sus familias.
“Muchos de ellos pertenecen a tribus, otros son parte de comunidades de las ‘castas bajas’, los hay musulmanes, pero todos ellos tienen una cosa en común… la pobreza”, dice Bharat Parmer, el coordinador del programa Acción de Ayuda Internacional en Kutch.
“Un gran número de estas personas arrendaban y no poseían tierras de modo que ha sido mucho más difícil para ellos reclamar sus derechos, ya que la rehabilitación se enfocó mayormente en los propietarios de terrenos y viviendas.”
No obstante, las autoridades locales dicen que sus planes de recuperación fueron incluyentes y que, de lejos, han cubierto a todos aquellos que fueron golpeados por el terremoto.
“No creo que haya gente que no recibió aquello que necesitaba –puede haber uno que otro caso por aquí o allá-, pero hemos recuperado todo lo que necesitaba ser recuperado”, dice Gunvant Vaghela, contador y el segundo servidor público más antiguo en el distrito de Kutch.
La semana pasado, diario Hoy informó que durante 2010 se registraron 83 emergencias entre deslizamientos, derrumbes e inundaciones en varios sectores de Quito. Ante esta situación, los vecinos reclaman atención y el Cabildo refuerza las acciones del Plan de Riesgos.
La calle Carlos Fortines del barrio La Paz del Comité del Pueblo permanece vacía. A lo lejos apenas se escucha los ladridos de los perros, las huertas de algunas viviendas están cubiertas de maleza y polvo.
De allí salieron 65 familias que tuvieron que ser reubicadas en diciembre pasado tras un deslizamiento que destruyó seis casas en el borde de la quebrada San Antonio.
Sin embargo, en la calle Fco. De Arboleda aún viven los propietarios de más de 60 viviendas construidas con bloques y techos de zinc.
Darwin Ayala, uno de los moradores, indicó que los efectos del invierno han desgastado las casas que aún quedan junto a la quebrada por lo que se debió reforzar su seguridad.
"Todavía no hemos hablado con las autoridades sobre las relocalizaciones, a pesar de que aseguraron que todo está listo", dijo.
Un panorama similar se vive en el sector de La Ferroviaria Media. Allí una escalinata de cemento es el único ingreso a un conjunto de viviendas apostadas en la ladera John Tompson.
Xavier Simbaya, explicó con angustia que la tierra se ha humedecido por las lluvias y eso ha generado derrumbes pequeños y caída de árboles.
En la zona 33 de ese mismo sector hace 14 días un muro de tierra se derrumbó y arrasó con tres obreros que cavaban un zanja en un terreno. Uno de ellos falleció.
En el barrio La Libertad del sector San Roque, en el centro, también se observan desprendimientos de capas de tierra junto a las viviendas asentadas en la ladera.
Adriana Ordóñez, quien vive en la zona desde hace 13 años, se mudará el próximo mes porque los terrenos se han ido desgastando por la salida de vertientes de agua.
"No puedo dejar a mis hijos solos, vaya a pasar algún desastre por las constantes granizadas. Además la humedad de las viviendas afectan a la salud", dijo.
Casos como estos se registran en 80 barrios en la capital que permanecen en riesgo por las fallas morfológicas que caracterizan a Quito y que se acentúan por el clima.
Según datos de la Secretaría de Seguridad del Municipio en 2010 se registraron 83 eventos morfoclimáticos (deslizamientos, derrumbes, inundaciones y más). De ellos 61 ocurrieron en abril, julio, noviembre y diciembre.
Lourdes Rodríguez, secretaria de Seguridad, indicó que se han endurecido las políticas de riesgo desde noviembre, por ser el mes de más lluvias en cinco años.
Agregó que ha habido pocos avances en el plan de gestión de riesgos debido a que se esperan los estudios de vulnerabilidad sísmica que determinarán las zonas más afectadas por fallas geológicas que se intensifican con el paso de las lluvias. (MDA)
Acciones a mediano plazo
Parte de las acciones a mediano plazo que ejecutará la Secretaría de Seguridad en el plan de gestión de riesgos se centrarán en reforzar los comités de gestión de riesgo, encargados de realizar simulacros en todo el Distrito, el primero se iniciará el 3 de febrero.
Ante las estadísticas ya se habilitó un mecanismo de alerta temprana para que las personas reconozcan los signos de desastres y las reporten al 1800 242424. Grupos de la Epmmop y la Emaap atenderán los llamados con el 911.
Asimismo se continuará con el plan de relocalización de familias. La meta es reubicar a 500 familias este año.
Se adecuarán espacios seguros dotados de carpas, alimentos y hospitales ambulantes.
Gracias a la cooperación entre la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, más de 500 mil personas en todas las provincias de Ecuador podrán informarse sobre qué hacer en caso de terremoto. Los consejos serán publicados en la hoja volante "Luz del Domingo", editada por la Imprenta Don Bosco, que se entrega a las personas que acuden a los templos católicos los domingos, el 6 y 20 de febrero próximos.
Por Abdul Sattar / The Associated Press
QUETTA, Pakistán -- Un potente sismo en Pakistán, que sacudió edificios en la India, Afganistán y Emiratos Arabes, provocó graves daños en las viviendas de adobe cercanas al epicentro, pero no causó muchos daños, ni víctimas.
El terremoto de magnitud de 7,2 grados a las 1:30 de la madrugada del miércoles, en una área remota del sudoeste de Quetta, capital de la provincia de Baluchistan, no muy lejos de la frontera afgana. Al producirse el sismo miles de personas salieron despavoridas de sus viviendas en medio del pánico.
Los temlores se sintieron por todo el sur y el centro de Pakistán, Afganistán, la India y los Emiratos Arabes, dijeron los residentes.
El terremoto dañó unas 200 viviendas en Dalbandín, un pueblo de 15.000 personas situado cerca del epidentro, dijo que Nadeem Ahmed, presidente de la Agencia Nacional de Manejo de Desastres de Pakistán. No se informado de víctimas hasta el momento en todo el país, indicó.
Pero las autoridades seguían registrando las zonas remotas de Baluchistan, relató Saeed Jamali, comisionado adjunto del distrito de Chaghi.
© 2024 Instituto Geofísico - EPN
Inicio | Escuela Politécnica Nacional | Correo Institucional
Ladrón de Guevara E11-253, Aptdo. 2759 Quito - Ecuador.
Teléfonos: (593-2)2225655 ; (593-2)2225627 Fax: (593-2)2567847